La metedura de pata de Ana Barceló Chico, secretaria general del PSPV-PSOE provincial de Alicante, diputada en las Cortes Valencianas y para más señas consejera de Sanidad de la citada comunidad de Valencia desde el 7 de junio de 2018, se le atraganta a cualquiera.
La jaula de grillos del tripartito PSPV, Compromís y Podemos, ha chirriado este martes 13 de noviembre de 2018 más que nunca con una nueva normativa que ahora se ha quedado en el tintero de los despropósitos para alivio de propios y extraños: la prohibición expresa de incinerar a personas con obesidad mórbida.
El primer redactado de la orden, que está en fase de alegaciones, preveía tal ocurrencia con el argumento de que su combustión genera excesivas emisiones tóxicas, aunque no precisaba a qué se refería con ello.
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Horas después de trascender el polémico proyecto, adelantado por el periódico ‘Levante-EMV‘, el departamento de la Generalitat ha dado marcha atrás. La Conselleria ha informado en un comunicado de que la Dirección General de Salud Pública eliminará el apartado en el que se recoge esa prohibición.
El comunicado de Sanidad admite que la cremación de personas con obesidad mórbida puede generar problemas técnicos y requerir necesidades especiales en el proceso (relacionadas con el volumen de las instalaciones y los sistemas de evaluación de las emisiones).
Sin embargo, añade que estas circunstancias no atañen a las condiciones sanitarias exigibles a las instalaciones ni suponen un riesgo diferenciado para la salud pública en los términos que trata la orden.
Por ello, la directora general de Salud Pública, Ana María García, ha señalado que ese articulado se modificará con arreglo a los objetivos de la orden, que son establecer las condiciones para la ubicación y funcionamiento de los hornos crematorios con el fin de proteger la salud de la población.
José María Rodríguez es redactor en Periodista Digital. @JMRMontero
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