El soterramiento es historia en Valladolid. Mientras en la mayoría de ciudades, el soterramiento de la alta velocidad ha supuesto una mejora impresionante y un cambio radical de la arquitectura, los espacios y la fisionomía de la ciudad, en Valladolid, el alcalde se ha conformado con cuatro túneles, que supuestamente se llevarán a cabo a lo largo de 2019.
Una oportunidad despilfarrada para poder construir el Valladolid del futuro se ha confirmado ayer, cuando el alcalde explicó que por la «elevada deuda» de ADIF, esta operación se queda en el cajón del Ministerio de Fomento durmiendo el «sueño de los justos», una malísima noticia para Valladolid.
La operación de integración del ferrocarril en Valladolid, como alternativa al soterramiento de las vías, arrancará supuestamente en 2019 con el inicio de las primeras obras.
Se trata de cuatro nuevas conexiones entre las calles Unión y Pelícano, desde Padre Claret a Andalucía, el paso de San Isidro y el eje de Labradores y Panaderos, cuya construcción o reforma se licitará el próximo año, por lo que antes de que acabe podrían empezar los trabajos, informa Ical.