La venta ambulante de productos falsificados siguen en las principales calles de la capital. En uno de los lugares más transitados de Madrid, en Atocha, más de treinta manteros colapsan las aceras. Periodista Digital ha podido comprobar la pasividad de los agentes municipales y el infierno que viven los comercios.
Están situados en la próximidad de Puerta de Atocha. Una treintena de vendedores ambulantes ocupan toda la acera con sus mantas llenas de productos falsificados. Nos acercamos a alguno de ellos y comprobamos que nuestra presencia incomóda. No quieren hablar con nosotros, nos invitan a que nos marchemos de muy malas formas.–Carmena permite que los manteros vuelvan al centro tras el falso veto de expulsarlos por Navidad–
Intentamos hablar con alguno de ellos. Nos aseguran que no ganan más de 20 euros al día, y que muchos de los comerciantes que pagan sus impuestos y tienen que sacar adelante su negocio, les quieren «fastidiar» la vida.
En unos minutos, un coche de la Policía Municipal aparece y los manteros con total tranquilidad empiezan a recoger su mercancía y se marchan a la otra acera. La pasividad de los agentes es asombrosa. No les requisan los productos y hacen la vista gorda. Los agentes se marchan y los manteros vuelven a su posición para continuar su venta.
LA RUINA DE LOS COMERCIOS
Nos trasladamos a la Calle Preciados, en pleno centro de la capital y hablamos con la encargada de una tienda, en la que se venden diferentes camisetas de los principales equipos de fútbol. Camisetas que los vendedores ambulantes han copiado hasta el último detalle y aunque a la vista es imposible diferenciarlas, en el tacto y el cuidado se puede notar la diferencia.–Rita Maestre prueba su propia medicina: manteros irrumpen al grito de «¡racista, racista!»–
«Ellos se ponen delante de nuestro negocio y venden las mismas camisetas que nosotros pero falsificadas y por lo tanto más barata. Cuando hay mundial o partidos la gente compra más camisetas, pero no a nosotros, a ellos», señalaba la responsable.
Nos cuenta que las pérdidas son cada vez más grandes. Según nos dice la responsable, hace un par de años se gastaban unos 900.000 euros en camisetas oficiales y ahora gastan 300.000, tras el fracaso de venta por culpa de los manteros. Día tras día tienen que convivir con esta situación y sin ningún apoyo por parte del Consitorio de Manuela Carmena.–Carmena permite que la mafia de los manteros insulte a la Policía municipal mientras fríe a impuestos a los madrileños–
Nos relatan que cada vez que los manteros se sitúan delante del establecimiento, llaman a la policía pero sin ningún resultado. Incluso, dicen, que los agentes piden que «no llamen más, porque colapsan la centralita».
Los dueños de los comercios afectados se han reunido con la alcaldesa Manuela Carmena, y señalan que les ha dado buenas palabras, pero sin ninguna solución.
«El mantero tiene toda la calle, no cumple con la ley y nosotros tenemos que pagar impuestos, tasas, alquileres y llevar dinero a casa. Si esto sigue así, tendremos que cerrar e irnos al paro», aseguraba la encargada.
Una situación insólita en la que «el mantero manda y el comerciante no puede hacer nada». Una ciudad sin ley en la que el Ayuntamiento permite que estas organizaciones instalen su campamento de venta ambulante sin que pase absolutamente nada.
Un top manta que ofrece escenas tercermundistas e incluso desesperantes. Al pasear por las calles, es impos¡ble caminar con total normalidad. Una imagen desagradable y poco vista en los demás países de Europa.
Esta permisividad de Manuela Carmena con los manteros, supone grandes pérdidas económicas. Los comerciantes piden a la alcaldesa que tome medidas serias y que se dedique a eliminar la actividad criminal de las mafias y la ilegalidad de la venta de productos falsificados.
