El Alcalde de San Miguel de Valle está más que harto de la falta de implicación de la Diputación de Zamora en su localidad, de la que es Alcalde desde hace dos décadas.
La situación más grave está en la canalización del agua del municipio, una canalización que sigue estando revestida de uralita y que en los pueblos que tiene al lado, de la provincia de León y de Valladolid, las distintas insituciones provinciales se han encargado desde hace años de implementar presupuestos para modernizar y dar soluciones integrales.
Iguamente se queja de la falta de presupuesto para el mantenimiento de edificios y el patrimonio cultural, que según el alcalde se «cae a pedazos» y de la falta de empatía de la Presidenta de la Diputación, que no le hace ni caso y que cuando ha intentado hablar con ella «le ha vuelto la cara«.
No parece ser fruto de «un calentón» sino que es una decisión meditada la que ha tomado, fruto del hartazgo. Ahora, San Miguel del Valle ha iniciado los trámites para poder cambiarse de provincia e integrarse en la de Valladolid, que pasaría a ser el municipio número 226 Vallisoletano.