Este merluzo es el conseller Buch, miembro de la ‘raza superior’ catalana

El mastuerzo de la maleta es el consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, el que dijo que colaboración en la lucha contra el incendio de Tarragona prestada por la Unidad Militar de Emergencias, es una ayuda de España a un vecino: «Igual como haríamos exactamente nosotros, por supuesto».

A propósito de eta memez, que es un muestra más del sectarismo, xenofobia, intolerancia u estupidez que guían los pasos del independentismo catalán, comentó festivo Carlos Herrera, el pasado 1 de julio de 2019, en su programa de la Cadena COPE, que

“El incendio ha conseguido que no se pierda la oportunidad para decir una sola estupidez”.

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“Siempre habrá algún conseller, un consejero o un alcalde que diga una tontería. Estos tíos no pierden la oportunidad para decir una gilipollez”.

“Estupideces como la que ha dicho Miquel Buch. Que es, o eso dicen que es, consejero de Interior del Gobierno catalán. Se dice gobierno por decirse de alguna manera”.

Herrera ha quiero dejar claro que el Estado español “no se quema”, ya que son las comisarías, las oficinas de Hacienda, la Administración, etc.

“Es un ente que se puede quemar pero el Estado es otra cosa”.

“Este es de los que se cree que la república existe. Estos tienen tal estructura mental que viven en la fantasía y quieren hacer creer a los demás de esa fantasía. La república no existe, idiota. No existe”.

El director de ‘Herrera en COPE’ ha lamentado que la Administración de asuntos importantes de los catalanes esté “en manos de individuos como este sujeto que vive en esa fantasía del Estado español al otro lado del Ebro”.

Echad un vistazo al vídeo y seguramente no podáis evitar una mezcla de coña y amargura, sólo de pensar que los 7,6 millones de habitante que tiene Cataluña están en manos de inútiles como este.

Tipos, que en lugar de dar las gracias y a la vista del sacrificio del Ejército español en el combate contra el fuego en tierras de la ribera del Ebro, son capaces de decir:

«Cuando un país tiene un fuego y se expande, nos ayudamos mutuamente con los vecinos. Si estuviéramos en l’Empordà lo haría Francia, pero ahora estamos al lado del Estado español».