El detonante parece haber sido la torpe y fracasada intentona de ‘mangarle‘, con la complicidad de Ciudadanos, la presidencia de la Comunidad de Murcia al PP.
El punto de inflexión ha sido sin duda el clamoroso triunfo de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas madrileñas del 4-M.
No han transcurrido ni tres meses desde que los madrileños, en bloque y de forma arrolladora, votaran a favor del centro-derecha y relegarán al PSOE a una humillante cuarta posición, y el panorama cambia aceleradamente en toda España.
La tesis de que los resultados de Madrid no eran extrapolables al conjunto de España, que tenía su lógica, comienza a hacer aguas, porque las pifias, pufos, tropelías e ineptitudes de Pedro Sánchez tienen efecto nacional.
El desgaste del Gobierno como gestor y del PSOE como entidad, se contagia a los territorios.
El cambio de ciclo generado por los resultados en Madrid beneficia al PP
Según los sondeos de ‘NC Report‘, que este 31 de mayo de 2021 publica el diario ‘La Razón‘, el Partido Popular no sólo podría renovar la presidencia de la Junta de Andalucía, sino que, de celebrarse hoy las elecciones autonómicas, desbancaría al PSOE en Castilla-La Mancha.
El socialista Emiliano García-Page, que fiel a su estilo ‘vaticanista‘ ha protestado con la boca pequeña contra los indultos a los golpistas catalanes que alista Sánchez, parece ser consciente de que tiene que poner cuanto antes distancia con su jefe o perderá irremisiblemente la presidencia de la comunidad.
Tanto en Andalucía como en Castilla-la Mancha, los populares necesitarán el apoyo parlamentario de VOX, porque el partido de Santiago Abascal se consolida como tercera fuerza en ambas comunidades.
VOX, según las últimas encuestas, ya no crece sólo a costa de antiguos votantes del PP, sino por la captación de nuevos electores, muchos procedentes de la abstención.
En el caso andaluz, el partido que preside Juan Manuel Moreno Bonilla se perfila como primera fuerza en la región.
Y el PSOE, que se va a dejar muchas plumas en la descarnada pelea entre Juan Espadas y Susana Díaz por hacerse con los despojos del partido en la región, no podría contar con el apoyo de una extrema izquierda dividida en dos formaciones, al parecer, irreconciliables, que perdería hasta seis de los escaños que obtuvo como Adelante Andalucía.
Espadas y Díaz tratan desesperadamente de evitar que la mala fama de Sánchez les salpique y prueba de ello es que ni citan el tema de los indultos a los golpistas catalanes, algo que sin duda pesará en el ánimo del votante andaluz, cuando se acerque a los urnas.
Como demostraron los recientes comicios madrileños, el Partido Popular se beneficia del desmoronamiento de Ciudadanos, pero, también, del cambio de tendencia política que recogen las encuestas a nivel nacional.
Al igual que le pasa a VOX, los populares suman muchos apoyos entre los ‘nuevos electores’.
El personal está movilizado y no precisamente en favor del dirigente y el partido que pacta con los proetarras de Bildu e intenta vender a la gente la trola de que va a indultar a los golpistas catalanes por ‘humanidad‘.
