Miguel Ángel Revilla intentó sacar rédito político de la tercera dosis.
El presidente de Cantabria ha difundido en su cuenta de Twitter una fotografía del momento en que recibe la tercera dosis de la vacuna del COVID19.
La imagen, tomada en el centro de Salud de Astillero ha provocado de inmediato la reacción de las redes sociales, donde ha predominado ante todo el humor, con bromas tanto a cuenta del tamaño de la aguja (hay quien cree que ha sido un montaje y la escena es falsa) hasta los gayumbos en los que lleva perfectamente introducida la inevitable camiseta.
Estos son algunos los mensajes que han comentado la imagen de Revilla:
Hay que recordar que Revilla tardó un mes en admitir lo evidente: que había mentido sobre la polémica comida en la que fue cazado saltándose las normas anticovid de la propia comunidad cántabra había establecido para combatir la pandemia.
Según reconoció tiempo después, no dijo la verdad y se escudó en que se vio sobrepasado por las reacciones ante los acontecimientos.
Acabo de recibir la tercera dosis de la vacuna en mi centro de salud de #Astillero, muy contento. https://t.co/EHA8KuD1NM pic.twitter.com/bb75ZkoWqt
— Miguel Ángel Revilla (@RevillaMiguelA) November 25, 2021
Se nota que es un palo y NO se clava Revilla. Hasta para mentir hay que saber, borrego.
Te crees que una aguja afilada es capaz de ejercer esa presión sin clavarse?
Aunque visto el nivel de tus votantes, para qué más.. pic.twitter.com/oYvpJooXlO— Carlos 9.0 Versión Delta Plus Ultra (@Carlos9Delta) November 25, 2021
Una duda , que dibujo hay en los gallumbos ..a mi me parecen de un tío fumando un puro dentro de un restaurante pic.twitter.com/PX89yihZzC
— Viator2.0 (@0Viator2) November 25, 2021
Saltarse las restricciones
Miguel Ángel Revilla, ya con las aguas calmadas, reconoció en en junio de 2021 en ‘El Hormiguero’ y ante Pablo Motos que había fumado en el interior de un restaurante el día que unos hosteleros, tras descubrirlo, le pintaron la cara. Él lo había negado.
Antes de comenzar a comentar la actualidad política, el presentador le preguntó: «¿Estaba rico el puro?».
El presidente de Cantabria acabó confesando: «Lo que puedo decir es que fui a una comida de empresarios muy importantes que están invirtiendo en Cantabria. Quedamos para comer y yo no pregunté si era terraza o no. Tengo un vicio que conoce toda España y que no está bien, peor es robar, que no lo he hecho nunca, no trabajar por tu tierra… pero tengo un vicio que me lo metió mi padre»
El dirigente cántabro demostró que es muy bueno en el arte de justificarse: «El local no lo reservé yo, pero el puro estaba allí y era mío». Entonces Motos le recordó que «aquel día dijiste que no era tuyo«. Revilla se justificó así: «me rodearon ocho tíos que, si me dicen que he matado a Joselito, lo admito».
«Sentí una vergüenza… pero no por mí, sino por esos señores que venían a invertir en Cantabria y se encontraron con ese incidente», comentó el político. Motos decidió que ya estaba bien y le evitó seguir pasando ese mal trago.