Mónica Oltra hizo lo previsible: aferrarse a su cargo como un náufrago a la orilla.
La vicepresidenta valenciana no dimitió durante la primera comparecencia tras su imputación por encubrir los abusos de su marido a una menor tutelada.
«Soy coherente. Es una postura, ética, estética y política. No es una postura personal, porque esa me la callo», dijo la política de extrema izquierda, que confesó no haber hablado con Ximo Puig. “No necesito hablarlo con el presidente, sabe perfectamente lo que hay, no necesitamos hablarlo”.
Para justificar su aferro al cargo, Oltra afirmó que lo hace para «defender la democracia frente al fascismo», señalando a una de las acusaciones, que ejerce el abogado y líder de España 2000, José Luis Roberto.
“‘Cierto es que no existe prueba directa’ es la frase que define el auto. Nos mantenemos en la misma situación que todos estos días. Significa que es imposible que trece personas digan la verdad, y que todas están mintiendo para salvarme a mí. Muchas de estas personas no las conozco, no sé lo que piensan lo que votan, si les caigo bien o mal, pero sé que no mienten por mí”, intentó defenderse Oltra.
Defendiendo que es una víctima de “una cacería del fascismo”, intentó esquivar a la hemeroteca: “Respecto a la comparación con Camps yo separo las imputaciones con las líneas éticas y cualquier comparación con la moral corrupta del PP es odiosa”.
“Esto es una cacería política que viene de la extrema derecha y no tiene nada que ver con hacer justicia. Es una cuestión política”.
“Yo recuerdo cuando el señor Camps se ausentaba y le pedía que viniera y diera explicaciones yo he dado todas las explicaciones nunca he evitado sus preguntas, claro que soy coherente y lo seguiré siendo. Es una postura ética y política, no es una postura personal, porque esa me la callo”.
A su llegada a la reunión del Consell en el Palau de la Generalitat ha entrado arropada por los consejeros de Compromís. Unos minutos después de las 9:00, hora en la que está convocado todos los viernes el pleno del Consell para aprobar asuntos de gobierno, Oltra ha entrado en el Palau tras departir unos minutos con los consejeros Rafa Climent y Mireia Mollà -ambos de Compromís- en una cafetería próxima, en la plaza de Manises de Valencia.