La desastrosa gestión del socialista manchego Emiliano García-Page con los dependientes -uno de los colectivos más necesitados de Castilla-La Mancha- ha sido objeto de una durísima crítica por parte del Tribunal de Cuentas en su reciente “Informe de Fiscalización sobre la gestión de las CCAA en la aplicación de la ley de Dependencia”.
Se ha hecho público que en Castilla-La Mancha hay una grave insuficiencia de plazas: “En Castilla-La Mancha hay una demora en el acceso a las plazas incluidas en la Red Pública de Atención a la Dependencia, por insuficiencia de plazas”.
La gestión de García-Page provoca que 2 de cada 10 dependientes que solicitan reconocimiento de la prestación, mueran 6 meses después de pedirlo, sin ni siquiera obtener dicha respuesta: “En Castilla-La Mancha, el 29% de los solicitantes fallecidos después de que se cumpliera el plazo que tiene la Administración para resolver, no contaban con la correspondiente resolución de reconocimiento de la prestación”.
La nefasta gestión de García-Page ha provocado que en los años 2014-2018 haya habido un total de 2.497 reclamaciones presentadas, en vía administrativa, por dependientes que manifiestan su queja. La soberbia del socialista manchego hace que dichas reclamaciones tengan un tiempo de respuesta totalmente desproporcionado: casi 5 meses de espera, un total de 142 días.
Uno de los motivos de dichas reclamaciones es el incumplimiento de los plazos de respuesta. Más que lógico teniendo en cuenta que García-Page ha dejado tirados a 6 de cada 10 dependientes, durante más de 10 meses. Así, el Tribunal de Cuentas afirma que “en 2017 y 2018 se presentaron 30.322 solicitudes, y el tiempo de resolución fue de 306 días”, y posteriormente pone colorado a Page al denunciar que “el incumplimiento del plazo legalmente establecido afectó a 17.524 expedientes: al 58% de los afectados”.
Las cifran también demuestran que cada año que pasa, es menor el porcentaje de dinero que Castilla-La Mancha destina a financiar los gastos de los dependientes. En 2017 el porcentaje que aportaba la comunidad autónoma fue del 85,19%. En 2018 bajó al 84,21%. Y en el año 2019 volvió a bajar quedándose en un 83,55%. Page rebaja, en dos años, casi 2 puntos su aportación a las necesidades de los dependientes de Castilla-La Mancha.
El ninguneo es total, y el pasotismo en la gestión es absoluto. De ahí que el Tribunal Cuentas tenga que denunciar que “en Castilla-La Mancha no existe una verdadera memoria demostrativa del grado de cumplimiento de los objetivos y el análisis de los resultados obtenidos”.
