Este jueves 20 de octubre de 2022 fue otro día malísimo, casi tétrico, para Mónica García.
La diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz de Más Madrid, apodada como médico, madre, forrada y pistolera, entre otros, se llevó un nuevo sobrenombre más del último broncazo con Isabel Díaz Ayuso en plena Cámara regional: la reina de los bulos.
Ya es un clásico que la podemita acuda cada jueves al debate con sus intenciones marketinianas perversas y se acabe llevando un golpe genuino. Recuerden, si no, aquella vez en la que la propia MEMA se puso a enumerar todas las cosas que Díaz Ayuso la había llamado:
«Que estoy desesperada, que tengo la cara mustia, que sonría un poco más, que tengo cara de alquilo, que me hago tirabuzones paperos en el pelo, que si bailo o dejo de bailar, que si como esto o lo otro y que si trabajo más o menos. Pero con la que ha cruzado todos los límites fue la semana pasada cuando dijo que venía aquí a hacer terapia porque en mi familia no me aguantaban».
Pues bien, esta vez se llevó uno más para el carro. La reina de los bulos. Grandioso.
Así había empezado García:
«Hay un dicho que dice que las mentiras tienen las patas muy cortas, pero las suyas las tienen muy largas y la cara muy dura… Y a este paso usted tiene tiempo de meter 93 bulos más antes de las elecciones».
Pues más tarde le tocaría el turno de respuesta a Ayuso, y lo haría enumerando algunos de los bulos podemitas:
«El sindicalista que salía en TV denunciando la sanidad madrileña decía que era enfermero, y luego era de los suyos; y luego el bulo de que yo no había estado en la Cumbre de la OTAN; y el bulo con la viruela del mono en el metro; bulo con las navajitas durante la pandemia; bulo diciendo que las mascarillas FPP2 no eran adecuadas para la población; bulos contra el Zendal y el favorito, el suyo, el de la agresión homófoba de Malasaña. La reina de los bulos, ¡usted!»