Empezaron a ‘rodar cabezas’ en la cúpula de Renfe.
El presidente de Renfe, Isaías Taboas, dimitió varias semanas después de las quejas de los gobiernos de Cantabria y Asturias por el erróneo diseño de los 31 trenes de ancho métrico para renovar la flota que presta servicio de Cercanías y Media Distancia en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia.
Sin embargo, no fue el único. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, aceptó también la dimisión de la secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y anterior presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
La ministra socialista ya anunció que se había abierto una auditoría por los errores y el pasado día 6 de febrero se confirmó el cese del titular de la jefatura de Inspección y Tecnología de vía de Adif, además del gerente de los trenes de Cantabria, perteneciente a Renfe. Una medida de evitar una nueva pérdida de votos de cara a las próximas elecciones autonómicas y generales.
La ministra ha trasladado a ambos su «reconocimiento y agradecimiento» por el trabajo desempeñado en sus respectivos cargos. El relevo permitirá, según el Ministerio, poner en marcha un cambio con el Ministerio quiere comenzar una nueva etapa tanto en la Secretaria de Estado de Mitma como en el operador ferroviario.
Esta tarde está prevista una reunión entre la ministra de Transportes y los presidentes de Asturias y Cantabria, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla. Ambos mandatarios regionales pedían que se depuren responsabilidades por lo sucedido, y esta tarde tienen previsto pedir plazos concretos para la puesta en servicio de los nuevos trenes.
Barbón ha asegurado esta mañana que sienten «ridículo» y que no está dispuesto a «comprar cualquier plazo» para tener funcionando los trenes.
