El infierno está empedrado de buenas intenciones.
La última chapuza impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, y aplaudida por el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, comienza a dar sus ‘frutos’.
La conocida como Ley Trans permite cambiar de sexo notarial solo con la voluntad sin ningún informe previo ni médico ni psicológico. Basta con acudir al registro y realizar la solicitud, para iniciar el trámite que dura un máximo de cuatro meses.
En este digital, hemos reseñado los agujeros negros de la Ley Trans, como lo son cambios de sexo ilimitados y mujeres perjudicadas, primero.
Luego, surgió la anécdota del opositor a la policía que tras realizar el cambio de sexo, se presentó como «piba» a las pruebas y sacó provecho de los estándares más beneficiosos que establecen las pruebas físicas femeninas.
Ahora, viene lo serio.
Desde la entrada en vigor de la normativa, seis delincuentes que se encuentran cumpliendo condena en el Centro Penitenciario de Asturias en Villabona, han solicitado el cambio de sexo, lo que implicaría un traslado al módulo de mujeres. De acuerdo a la información adelantada por ‘La Nueva España’, dos reclusos han solicitado el cambio en el Registro Civil de Llanera y otros cuatro estarían por pedirlo en breve.
Una vez realizada la solicitud, la persona deberá confirmar la voluntad dentro de un máximo de tres meses que se puede alargar el proceso. Sin embargo, el hombre que se declare mujer, podría beneficiarse de todas las medidas de acción positiva en favor de las mujeres.
Según Sergio García, delegado de CSIF prisiones, señala a ABC que los presos que realicen el cambio «tendrán un beneficio claro solo con el hecho de pasar al módulo de mujeres».
«Esta ley es un despropósito y en las prisiones no sabemos cómo abordarlo», reflexiona.
El opositor que comenzó las pruebas como hombre pero ahora es «piba»
Un opositor empezó las pruebas siendo hombre, superó la prueba de conocimientos, pero presentó el acta de solicitud de cambio de género justamente el día de la pruebas físicas. El tribunal calificador permitió que realizara las pruebas tanto como hombre como mujer. Sin embargo, el Ministerio de Igualdad y la Comunidad de Madrid pusieron inconvenientes sobre cómo actuar, ya que es la primera vez que ocurre un caso así tras la aprobación de la ‘Ley Trans’.
Víctor Arcos, el concejal de Seguridad de Torrelodones, reflejó que la prueba que más conflictos ha provocado es la del balón medicinal, en la que las mujeres utilizan el balón de 3 kilos frente al de 5 kilos que utilizan los hombres. La mujer superó con creces la prueba. No obstante, el jurado vio conveniente realizar tres intentos con los dos balones y, de esta manera, el Ministerio de Igualdad, podrá determinar los criterios, y determinar si debería realizar las pruebas de hombre o de mujer.
