El presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, comprueba ahora como sus continuos gestos de blanqueamiento a Bildu ahora tienen como premio que lleve en sus listas electorales 44 etarras condenados en las próximas elecciones del 28 de mayo.
Fue el pasado 16 de enero de 2020 cuando, en las Cortes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page -y los demás diputados socialistas- votaron no a una propuesta muy directa: “Instar al Gobierno regional a exigir al Gobierno de España a: Romper sus acuerdos con ERC y Bildu, por ser nítidamente lesivos para la unidad de España”.
Cuando quedan pocos días para que se celebren las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha, el socialista Garcia-Page tiene muy difícil convencer a los castellano manchegos de que su terrible y continuo comportamiento de blanqueamiento a Bildu no ha existido, pues son varios los episodios que ha protagonizado y que ahora tienen este terrorífico retorno para todos los ciudadanos.
El 29 de abril del pasado año, en el Congreso de los Diputados, los votos del ‘número dos’ de Page y de los socialistas de Castilla-La Mancha sacaban a los etarras de las cárceles, como consecuencia del pacto de gobernabilidad que el PSOE tiene con Bildu.
Con una demostración de que la hipocresía de Emiliano García-Page no tiene límites, el presidente de Castilla-La Mancha se mostró indignado por la decisión de incluir a EH Bildu y a los independentistas en la Comisión de Secretos Oficiales: “Ahora se pone de moda meter a los lobos en los mismos rebaños que las ovejas, no tiene explicación», indicó en un acto desde Guadalajara Sin embargo, no se trata sino de un nuevo paripé socialista. A García-Page parece que se le olvida que la medida fue posible gracias al voto de los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha.
Posteriormente, el 30 de junio de 2022, Emiliano García-Page ordenaba a sus diputados blanquear el asesinato de 8 castellano manchegos por parte de ETA, y apoyar el acuerdo al que llegó el PSOE y Bildu para aprobar conjuntamente la Ley de Memoria Democrática. Los socialistas y los bilduetarras presentaban una Ley que alargaba el franquismo desde el año 1.975 al año 1.983. De esta manera, los 9 diputados nacionales del PSOE de Castilla-La Mancha hacían suyo lo que buscaba Bildu con esta decisión: legitimar todo lo que hizo durante esos años. Dolorosa decisión para toda la sociedad castellano manchega pues, durante ese periodo, la banda terrorista ETA asesinó a 8 conciudadanos de la región.
No fue un error ni un hecho aislado, pues meses después, el 14 de julio del año pasado, a las 20:00 horas se produjo en el Congreso de los Diputados «la votación de la infamia». La ley Bildu -blanqueada con la denominación Ley de Memoria Democrática- que redactaron conjuntamente el PSOE y Bildu salió adelante gracias al voto favorable de los 9 diputados nacionales del PSOE de Castilla-La Mancha, a los que su jefe, el socialista Emiliano García-Page, les ha ordenado que traicionaran, de esta forma, la palabra dada.
Si grave fue quedar retratados como unos políticos sin credibilidad alguna, más aún lo es que haya sido a costa de sacar adelante una barbaridad como la ley Bildu que establece que los terroristas de ETA son víctimas con derecho a recibir una indemnización, una ley que reconoce a los salvajes etarras por haber luchado por la consolidación de la democracia, los derechos fundamentales y los valores democráticos.
Meses después, tras este continuo blanqueamiento, muy difícil explicación tiene en toda Castilla-La Mancha que quien pretende dirigir la región haya contribuido de esta manera a que 44 etarras condenados sean incluidos en sus listas electorales como si no pasara nada.