Hay un detalle que llama la atención, ¿por qué casi nunca llevan pendientes?.
La realidad es que, en su primera aparición pública como princesa de Asturias, sí pudimos ver a Leonor llevando esta joya.
Unos discretos pendientes de diamante que también llevó el día de la primera comunión de Sofía.
En cambio, a la Infanta no la vimos con pendientes en ese importante día para ella y en ningún otro.
Esto se debería, ni más ni menos, que a una curiosa tradición que mantienen los país monárquicos.
A la gran mayoría de las niñas se les hacen agujeros en el lóbulo de las orejas cuando son recién nacidas, una tradición que no se cumple en las royals europeas.
Las jóvenes nacidas en el seno de casa reales europeas son ellas las que deciden en qué momento perforarse las orejas y lucir pendientes.
La princesa de Asturias y la infanta Sofía se llevan solo dos años, y, en el presente, todavía no es notable la gran diferencia de roles entre ellas, pero sus deberes públicos en el futuro serán completamente distintos.
Al parecer a las niñas que pertenecen a la realeza no se les agujerean las orejas al nacer como ocurre con la mayoría de recién nacidas.
Son ellas las que deciden cuando quieren llevar a cabo este importante paso según elcomercio.
Leonor lució sus primeros pendientes en 2012 cuando tenía siete años. En cambio, la infanta Sofía sigue sin decidirse a perforarse las orejas.(La cabreante noticia sobre la princesa Leonor que está llegando por WhatsApp)
Una importante decisión que también tomó la hija del Príncipe Haakon y Mette-Marit, Ingrid Alexandra de Noruega, quien lució sus primeros pendientes cuando tenía nueve años.
También Isabella de Dinamarca se perforó las orejas a finales de 2016 aunque, al igual que la Princesa Leonor, no suele llevar pendientes.
Otras muchas siguen los pasos de la Infanta Sofía y se resisten a pasar por la aguja.
Es el ejemplo de Amalia, Alexia y Ariane de Holanda, Josephine de Dinamarca, Amalia de Luxemburgo, Estelle y Leonore de Suecia o Charlotte de Cambridge.
