Con motivo de la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, celebrada el viernes 16 de octubre de 2020 en Oviedo, la Familia Real hizo la tradicional visita rural al municipio distinguido como Pueblo Ejemplar de Asturias, que este año es Somao.
Los Reyes Felipe VI y Letizia pasearon junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía, y Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, por sus acogedoras calles, donde se encontraron con personalidades como el Presidente del Principado de Asturias, el Presidente de la Fundación Princesa de Asturias o el Presidente de la Junta General del Principado de Asturias.
Los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, en la parroquia rural de Somao (Pravia) para entregar el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias en su trigésima primera edición #puebloejemplar @fpa https://t.co/6C8tKmCULe pic.twitter.com/50lCwp5Atz
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) October 17, 2020
Pero lo más llamativo de la jornada llegaba cuando las tres mujeres de la casa decidían aligerar el paso, dejando atrás al monarca, que iba conversando con Maroto. Fue entonces cuando Felipe comenzó a hacer gestos con las manos a la heredera para que caminaran más despacio y se volvieran a encontrar.
Después de que Leonor alertara a su hermana y a su madre de lo que demandaba su padre, se giraron y se unieron de nuevo al Jefe del Estado, que deseaba culminar el recorrido unidos. Y así fue.
Un extraordinario y cariñoso gesto del Rey a Doña Letizia
Un año se va a cumplir desde que los Reyes nos regalaran el gesto público más cariñoso que recordamos en años. Ocurrió en noviembre de 2019, en la sede del Consejo General del Poder Judicial, donde la monarca consorte recibió el galardón del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género 2019 en el rango de “personalidad más destacada” por lo mucho que se ha volcado siempre en la lucha contra los excesos machistas y su auxilio a quienes lo experimentan o lo han vivido en alguna ocasión.
El encargado de entregarle el codiciado premio fue su marido, que no dudó en darle dos tiernos besos en la mejilla; un ademán que generó muchas interpretaciones, puesto que, a pesar de ser una seña de lo más común en estas situaciones, los miembros de la realeza española no acostumbran a hacer muecas de afecto en público.
Otro detalle que demuestra que Felipe VI es un marido atento
Un mes antes del comentado beso, los Reyes acudieron a la ceremonia de celebración del ascenso al trono japonés de Naruhito, en la que ambos se convirtieron en incuestionables protagonistas por el detalle que el hijo de Don Juan Carlos tuvo con la madre de sus hijas: sujetó el bolso de Letizia para que ella tuviera las manos libes y pudiera saludar a las autoridades allí presentes.