Hace apenas unos días, la Reina Sofía se trasladaba desde Roma hasta Atenas para visitar a su hermano, que se encontraba en estado crítico. Lo hacía junto a su hermana Irene, y allí se encontraron con los cinco hijos de Constantino y sus nietos.
A través de la televisión pública griega se hacía público el fallecimiento del Rey Constantino de Grecia. Lo hacía después de llevar varios días ingresado en la unidad de cuidados intensivos por insuficiencia respiratoria. El que fuera Rey de Grecia durante nueve años fallecía a los ochenta y dos años.
Durante los últimos tiempos, habría sufrido problemas de salud.
En 2016, fue ingresado por sufrir una crisis isquémica y, pocas semanas después, volvía a ser hospitalizado por contraer el coronavirus. Todo esto afectó a sus problemas respiratorios y cardíacos, además de tener movilidad reducida.
CORTO REINADO
Cuando llevaba tres años de reinado, un golpe de Estado y un contragolpe fallido hicieron que la familia se exiliara en Roma con sus dos hijos, la Princesa Alexia y el Príncipe Pablo, con los que huyeron rápidamente de Grecia.
En Italia nació su tercer hijo, el Príncipe Nikolaos. Vivieron cinco años en Roma y posteriormente pusieron rumbo a Londres, donde nacieron sus dos hijos pequeños, la Princesa Theodora y el Príncipe Philippos.
Allí, siempre disfrutaron de la protección que les brindó la fallecida Reina Isabel II.
En la capital inglesa permanecieron 46 años de forma cómoda y tranquila.
Sin embargo, Constantino echaba de menos su tierra y el Gobierno griego le permitió regresar paulatinamente.
En 1981, reapareció públicamente en su país durante unas horas, en el cementerio de la finca de Tatoi, para enterrar a su madre la Reina Federica. Una década después, en 1993, haría una visita privada de dos semanas.
En 2013, regresó definitivamente a Grecia y se estableció en Porto Jeli, una opulenta localidad del Peloponeso.