En el fiestón en Abu Dabi por el cumpleaños de Juan Carlos I hubo invitados heterogéneos: empresarios, familiares y, según qué fuentes consulte uno, también una examante, la ínclita Marta Gayá. Con todo, el invitado más sorprendente fue ni más ni menos que Philip Atkins, el exmarido de otra vieja conocida del Emérito Corinna Larsen.
Desde luego en la controvertida exclusiva del ¡Hola! no aparece referencia del empresario británico pero Marina Pina en El Mundo ha confirmado la asistencia del ex de la presunta princesa.
Él mismo se lo ha confirmado. Así, según el periódico el empresario compartió mesa com Veva Fernández-Longoria (viuda de José Luis Alcocer), el embajador de Francia en Emiratos Árabes Unidos y Álvaro de Orleans, presunto testaferro del exmonarca español. Según Atkins, asistió «al mejor espectáculo de flamenco que he visto».
La amistad entre Philip J. Adkins y el Rey Juan Carlos I comenzó a estrecharse tras la caída de Botswuana en 2012. El británico viajó junto al monarca, Corinna y el segundo hijo de ésta, Alexander, nacido de su matrimonio con el Príncipe alemán Casimir zu Sayn-Witgenstein. Curiosamente, la relación entre ambos hombres empezó a hacerse más cercana conforme Corinna se alejaba del monarca.
El empresario conoció a Corinna en 1989 en Francia, cuando unos amigos les presentaron en una cena. Un año después se casaron y tuvieron a su hija, Anastassia Adkins, en Londres. Adkins fue quien enseñó a cazar a la alemana. Por eso Corinna le pidió que le acompañara en el viaje a Botswana con ella y el rey Juan Carlos cuando tuvo lugar el incidente del elefante, a pesar de estar ya separados.
Adkins y el Rey se conocían desde hace años. De hecho, él estaba presente en el momento en el que Corinna y el Rey se conocieron, durante una cacería en la finca La Garganta en Ciudad Real en 2004. La alemana entonces aún usaba con todo derecho el nombre de Corinna zu Sayn-Wittgenstein ya que estaba aún unida en matrimonio al príncipe alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein con el que contrajo matrimonio civil en 2000. Entonces el matrimonio no pasaba su mejor momento a pesar de que tenían un hijo de corta edad, Alexander, nacido en 2002. De hecho, anunciaron su divorcio un año más tarde de aquella cacería, en 2005.
Unidos en el ‘odio’ a Corinna
Hoy la relación entre Adkins y Corinna, al igual que con Juan Carlos, también ha acabado en los tribunales. La alemana demandó a su exmarido por unas declaraciones realizadas por éste en Vanity Fair.
Así definió a la comisionista:
¿De verdad piensa alguien en España que está tratando con una persona honesta y estable? Vamos, hay muchas pruebas en su forma de expresarse en privado que indican que Corinna es una sociópata narcisista. España le dio a Corinna un breve momento de atención pública y ahora ella tiene que lidiar con la dolorosa realidad de ser poco interesante e insignificante”, añadió. “Corinna siempre ha estado muerta por dentro. No hay cirujano plástico ni banquero que pueda cambiar eso.