Sevilla se califica a sí mismo de "raro" para argumentar que no le gusta lo que se conoce de las cuentas públicas
El ex diputado socialista Jordi Sevilla, aquel que dijo a micrófono abierto que le enseñaría Economía a ZP en dos tardes y que fue ministro de Administraciones Públicas en el primer Gobierno Zapatero, le ha clavado un rejón de muerte desmontando sus mentiras e improvisaciones sobre el impuestazo. Considera que los Presupuestos Generales del Estado para 2010 suponen una «oportunidad perdida» para emprender una reforma fiscal «verdaderamente equitativa» y lamentó que, al intentar contentar a todos, ha salido un «frankenstein».
En un artículo publicado en su página personal de Internet y recogida por Europa Press, titulado «Días de presupuestos y aborto», Sevilla se califica a sí mismo de «raro» para argumentar que no le gusta lo que se conoce de las cuentas públicas, pero sí apoya la modificación de la ley de la interrupción voluntaria del embarazo aprobada por el Consejo de Ministros ese mismo día. «¿Será por eso que van juntos, porque somos muchos los raros?», se pregunta.
«Se ha perdido una ocasión para hacer algo que devolviera más equidad a nuestro sistema tributario y eficacia a la recaudación de impuestos», destaca Sevilla, a juicio de quien se podrían haber hecho «más cosas» a través de reformas fiscales, «como bajar las cotizaciones sociales para estimular la contratación indefinida de nuevos trabajadores».
«En todo caso, el año próximo con estos Presupuestos, las familias tendrán menos dinero para gastar en lo suyo y el Estado, aunque tenga más, tampoco lo gastará sino que lo dedicará a reducir déficit», advierte Sevilla, quien se pregunta «quién sacará» a España de la recesión si el mismo Gobierno reconoce que seguirá creciendo el paro. «¿Donde queda el mandato del G-20 de continuar con las políticas de apoyo económico hasta que la situación esté más clara a finales de 2010?», añade el ex ministro.
SÓLO 6 EUROS MÁS AL AÑO PARA LAS PLUSVALÍAS
Sevilla explica que el grueso de los mayores ingresos públicos procederán de «medidas lineales que se aplican a todos por igual», como la supresión de los 400 euros, el incremento del IVA aplazado a julio, cuando a su juicio puede ser más gravosa ante un previsible repunte de los precios, y «6 euros al año más para el 90% de las plusvalías que se declaran».
Asimismo, incide en que la subida de impuestos tampoco irá a financiar nuevo gasto público, ya que este se recorta casi un 4%. «¿Por que no se hace este ejercicio de depurar el gasto público de adherencias absurdas, todos los años, haya apuros de dinero o no?», se pregunta el ex diputado, que aboga por la intervención de la Agencia de Evaluación de Políticas Públicas «para que analice lo que funciona y lo que no».
A su juicio, con el diseño fiscal elegido por el Gobierno «ni los ricos van a pagar más impuestos ni la subida impositiva financiará nuevo gasto público». «Después de tanto ruido veraniego, declaraciones y contradeclaraciones, al final se ha intentado contentar a todos y ha salido un frankenstein», señala.
INSTA AL GOBIERNO A ACEPTAR LAS DISCREPANCIAS
Sevilla admite haber «pensado mucho» publicar, unas horas después de que el Consejo de Ministros aprobara los Presupuestos, una entrada que admite «explícitamente crítica». Justifica su decisión por que «quiere creer» que vive en una democracia «que cumple la Constitución incluso cuando dice que los partidos políticos se deben regir por principios democráticos», por lo que insta a los socialistas a aceptar las «discrepancias» que intentan señalar «errores mejorables del Gobierno».
Asimismo, defiende que le parece «más leal» con el «proyecto real» decir las cosas «en voz alta» con ánimo de ser constructivo «que callar o aplaudir en público y despellejar en privado». «De todo hay en la viña del señor», remacha antes de despedirse con un escueto «gracias».
