El cinismo de Garzón colgándose medallas tras poner en riesgo la liberación de los 36 tripulantes sólo ha empeorado la dramática situación de familiares y marineros
El juez estrella montó el numerito trayendo a los piratitas a España sin calibrar las consecuencias y ahora saca pecho defendiendo su equivocación mientras los familiares viven horas de angustia a la espera de la resolución del secuestro del Alakrana. El cinismo de Garzón colgándose medallas tras poner en riesgo la liberación de los 36 tripulantes sólo ha empeorado la dramática situación de familiares y marineros.
A preguntas de los periodistas en Jaén, donde fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad jiennense, el magistrado consideró que tanto la Armada como el Gobierno no se precipitaron y tomaron la decisión «correcta» en el momento de la detención de los dos piratas somalíes, mientras que la Justicia «también hizo que lo que debía».
Como recuerda el editorial de El Mundo, titulado «Frente al cinismo de Garzón una solución realista«:
- «Es la otra cara del drama: la de quien cosecha honores mientras los retenidos pagan la factura de su ego»
Sacando pecho, el juez estrella consideró que existen medios legales para solucionar el conflicto, que, además, debe contar con «una gran dosis de responsabilidad de todos los que tienen parte en el asunto».
- «No creo que los jueces se vayan a dejar presionar por ninguna circunstancia. No deben hacerlo, tiene que actuar conforme a la legalidad, pero esa legalidad permite muchas opciones»
- «Las alternativas son muchas pero ninguna pasa porque alguien tome una decisión que sea ceder a una presión. No puede hacerse. Sería tremendo. Es tremenda la situación, pero también sería terrible que se tomara a alguna decisión de este tipo»
El diario El Mundo le desmiente recordándole que hay diversas fórmulas jurídicas que serían aceptables:
- La más sencilla y viable es que la Fiscalía pidiera la libertad provisional de los dos detenidos, que están en prisión preventiva y, por lo tanto, tienen derecho a la presunción de inocencia, y el juez Pedraz o la Sala de la Audiencia la concediera. Una vez en la calle, podrían ser trasladados por la Cruz Roja u otra organización humanitaria a su país.