Choque frontal entre Pajín y Blanco por el control del PSOE
No va más. Las primeras críticas y demandas de explicaciones de la oposición al Gobierno por su gestión del secuestro del atunero Alakrana han sacado a la luz diferentes tensiones, larvadas y en algunos casos explícitas, entre los miembros del gabinete Zapatero. Según cuenta La Gaceta, la titular de Defensa se planteó dimitir tras ser desautorizada en el ‘caso Alakrana’ y el ministro del Interior maniobra para que la vicepresidenta salga del Gobierno.
Junto a las consecuencias del desastre del Índico, también se enfrentan al caso Faisán, a la alegalidad destapada por LA GACETA del Sistema Integral de Interceptación de las Comunicaciones Electrónicas (Sitel), la imputación judicial del secretario de Estado Diego López Garrido, las más que evidentes tensiones de la clase política catalana nacionalista por el fallo retrasadísimo del Tribunal Constitucional sobre su Estatuto, y, fundamentalmente, por una crisis económica específicamente española que nos sitúa a la cola de la recuperación entre los países de nuestro entorno y arroja la escalofriante cifra de más de cuatro millones de parados sin el menor atisbo de reformas estructurales en el horizonte.
Por si fuera poco, la cacareada “geometría variable” en el Congreso comienza a ofrecer más de un disgusto. Las declaraciones del pasado miércoles en la sesión de control de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en las que situaba al Partido Popular “del lado de los piratas”, acompañadas de las no menos sorprendentes palabras del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las que equiparó el discurso del PP con el de Batasuna por sus denuncias de Sitel (además de la monumental bronca posterior en los pasillos de la Cámara Baja), tan sólo suponen la punta del iceberg.
ENFRENTAMIENTOS
Tras los últimos encontronazos entre De la Vega y Chacón a cuenta del Alakrana, “la situación entre ellas ya no se salva”, confiesa un destacado diputado socialista. Un enfrentamiento que se suma al sonado episodio de su improvisado y abrupto anuncio de la retirada de las tropas españolas en Kosovo.
Entonces Chacón, además de enfadar notablemente a nuestros aliados internacionales (Estados Unidos, ya con Barack Obama al frente de la Casa Blanca, manifestó que se sentía “profundamente decepcionado” con nuestro país), hizo lo propio con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al alza internamente por su papel en el Indico y sus gestiones para acercar a Obama y Zapatero.
CHACÓN, HORAS BAJAS
El ojito derecho del presidente no acierta. Hoy ya quedan lejanísimos los días en los que la ministra de Defensa aparecía en todos los mentideros políticos como una más que probable sucesora de Zapatero. Hoy se habla de Chacón en términos muy diferentes, mentando sus incidentes con la vicepresidenta primera y evocando su tajante “sabemos exactamente donde están y sabemos que están bien”, en relación a su papelón aludiendo a los tres tripulantes del Alakrana que, como también confirmó Moratinos en su momento, presuntamente habían sido trasladados a tierra desde el atunero durante el secuestro… Una información que hoy desmienten los piratas y el propio Ministerio de Defensa a través del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Julio José Rodriguez. Y en presencia de Chacón.