José Blanco abundó en su manida tesis de que quien "se rompe y se hunde" es el PP y no España
Lo que pone nervioso al Gobierno Zapatero y le lleva a perder los papeles y las formas no es el acoso de la oposición, ni el bochorno del «Alakrana», ni siquiera la posibilidad de tener que explicar lo inexplicable en el chivatazo del bar Faisán, ni mucho menos el limbo legal de las escuchas de Sitel.
Lo que tiene al zapaterismo en estado de crispación, lo que preocupa seriamente al poder, lo que tiene al Gobierno ZP catatónico, es el sesgo unánime de las encuestas y la constatación, paulatina pero constante, de que se está abriendo una brecha sociológica.
SMS PARA PERIODISTAS AFINES
Desde la sede socialista en la calle Ferraz y desde La Moncloa envían mensajes constantes a sus «periodistas de cámara» repitiendo que queda mucha legislatura por delante y que la próxima Presidencia de la Unión Europea y el comienzo de la recuperación económica, harán a Zapatero levantar la cabeza, pero no las tienen todas consigo.
Y a falta de buenas noticias o de medidas que levanten el ánimo de de la ciudadanía, el PSOE ha optado por intentar mejorar la maltrecha imagen de su líder a golpe de mitin.
Y de los sonados -además del primero del curso político para el presidente-, bajo la bandera de esas Nuevas Energías que los socialistas llevan meses paseando por toda España para levantar el ánimo de los suyos.
Que Zapatero tenga que reunir a todo su Gobierno, a todos los primeros espadas de su poder territorial y hasta a viejas glorias como Felipe González, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y los ex ministros del felipismo Gustavo Suárez Pertierra, Javier Saénz de Cosculluela, José Barrionuevo, Javier Moscoso, Tomás de la Quadra-Salcedo, Rosa Conde, Carmen Alborch y Claudio Aranzadi es la prueba más evidente de lo mucho que necesita un espaldarazo de cara a la opinión pública.
El mensaje, destinado a frenar la erosión, es que el próximo viernes el Consejo de Ministros aprobará la Ley de Economía Sostenible y la Estrategia de Economía Sostenible, que llevará consigo una cadena de reformas en las áreas de la economía, del mundo laboral, la educación y de la Administración.
MÁS RUIDO QUE NUECES
Aunque no ha concretado ninguna de las medidas, en las que el Gobierno lleva trabajando varios meses, sí ha dejado claro que combinará un nuevo patrón de crecimiento con la solidaridad y respeto a los derechos adquiridos de los trabajadores.
Para esta obra de gran calado, el presidente ha dicho que convocará al PP y a todas las fuerzas políticas y desde luego a las Comunidades Autónomas, que tendrán necesariamente un papel destacado en las reformas dado el alto grado de competencias que tienen en materia económica, laboral y educativa.
Un apoyo que el presidente considera indispensable para que «la economía sostenible tenga también el empuje de los gobiernos autonómicos».
La invitación formal a los Gobiernos autonómicos se llevará a cabo en la Conferencia de Presidentes que Zapatero convocará en la semana del 14 de diciembre.
NO SE ESCATIMA EN GASTOS
El PSOE no escatimó en gastos este domingo. Contrató el Palacio de Congresos del Parque Juan Carlos I de Madrid y allí, acarreados en autobuses, a golpe de Metro y de coche partidario, se reunieron 4.000 militantes.
El lema del día, como no podía ser de otra manera, ha sido:
«Zapatero, no estás solo».
Y la realidad es que eso fue así, al menos durante un par de horas.
ESCENOGRAFÍA OBANIANA
Los socialistas quisieron dar una vuelta de tuerca a la escenografía que despliegan habitualmente y organizaron un acto con claras semejanzas a las campañas americanas.
Como subaraya El Semanal -«ZP intenta frenar su caída reclutando a viejas glorias del felipismo«- todo estudiado y diseñado al milímetro, eso sí.
Lo que no tenían era el personaje, porque el hombre cuya entrada en el recinto -de la mano de su mujer- fue retransmitida al interior del auditorio mediante pantallas gigantes no era Barack Obama, sino José Luis Rodríguez Zapatero.
Y no es lo mismo, por muchas manos que se estrechen, besos que se estampen o toquela banda de jazz contratada Ferraz.
PARA SALIR EN LA FOTO
Cerca de 50 miembros de la dirección del PSOE, secretarios generales autonómicos incluidos, arroparon a Zapatero.
Sólo faltaron los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; y Cultura, Ángeles González-Sinde. Tampoco asistió Patxi López, que se quedó en casa con lumbalgia, pero sí su consejero de Interior, Rodolfo Ares, miembro de la Ejecutiva Federal.
El ex presidente González, al que muchos socialistas echan cada día más en falta, fue recibido con una gran ovación. Tuvo que levantarse a saludar, eclipsó por momentos a Zapatero.
NUEVO VÍDEO DEL PSOE
En el acto el PSOE estrenó nuevo vídeo, contraponiendo el «miedo al futuro» de los conservadores con el «impulso» de los progresistas.
Los mensajes son de este tenor:
«Si se ha agotado el modelo económico, nos toca cambiarlo a nosotros y nosotras porque ellos no lo harán»
«Empezamos la década con nuevas energías».
PREGUNTAS A LOS LÍDERES
Y además de la música y de las pantallas gigantes colgadas en el auditorio, Ferraz intentó dar una imagen cercana de sus líderes y muchos de ellos -la mayoría en vaqueros y todos los hombres sin corbata- respondieron a preguntas que les hacían los tres presentadores del acto mientras caminaban hacia el escenario central.
El primero en hacerlo fue el alcalde de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro; después, la Ejecutiva federal del partido, seguida por los portavoces parlamentarios, José Antonio Alonso (Congreso), Carmela Silva (Senado) y Juan Fernando López Aguilar (Parlamento Europeo).
Los barones socialistas que están en la oposición no respondieron a preguntas, pero sí los presidentes autonómicos, que entraron de dos en dos en el auditorio para destacar que el PSOE es quien sacará a España de la crisis.
Después entró el Gobierno en pleno, y sólo las dos vicepresidentas lo hicieron en solitario, primero Elena Salgado y luego María Teresa Fernández de la Vega, para responder a las preguntas.
EL NÚMERO DE JOSÉ BLANCO
Destacada fue la intervención del siempre hacedor de mediáticos titulares José Blanco, que abundó en su tesis de que quien «se rompe y se hunde» es el PP, y no España.
Tanto él como Manuel Chaves -de quien este domingo se publican documentos probando que mintió al Congreso sobre el papel de su hija en la concesión de una millonaria subvención a la empresa Matsa– se mostraron convencidos de que los socialistas volverán a ganar las elecciones generales de 2012.
Zapatero fue el único orador en estrado, con un discurso de 45 minutos, aunque estuvo precedida por una breve intervención del secretario general del PSM, Tomás Gómez. Era su día y todo lo que pudiera empañárselo sobraba.