Cabe esperar que se pongan en marcha soluciones que pasen por mediaciones tribales
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El secuestro de tres cooperantes españoles en Mauritania no pinta bien para el Gobierno ZP. Y es que existe un claro denominador común entre el Alakrana y este en el Magreb: los secuestros se originan porque sus autores son conscientes de que su adversario es débil y de que ha limitado voluntariamente su capacidad de respuesta, con independencia de la explicación de las dificultades que implica la búsqueda de los prisioneros en las permeables fronteras del desierto.
Nuestras autoridades siempre descenderán al mismo argumento: el Derecho Internacional contemporáneo prohíbe el uso de la fuerza. Además reducen el derecho de legítima defensa, atributo inherente a la soberanía del Estado, a una mínima expresión, recuerda el editorial de La Gaceta titulado «Nuevo desafío al débil»:
- Si se confirma la autoría de Al Qaeda en el Magreb, entramos en un escenario peligroso para un gobierno que ha hecho de la amistad con el mundo islámico, particularmente con la controvertida Alianza de Civilizaciones, una de sus orgullosas sendas de identidad.
Es esperable algún tipo de exigencia que se refiera a la presencia de nuestras tropas en Afganistán o a la reivindicación del Al Andalus perdido, y desgraciadamente ese tipo de reivindicaciones, que tanto contribuyen al alcance mediático de Al Qaeda, no se pueden sustituir por dinero, aunque de paso los secuestradores también practiquen la extorsión económica.
LA SOLUCIÓN TRIBAL
Cabe esperar que se pongan en marcha soluciones que pasen por mediaciones tribales, sobre todo si tenemos en cuenta la relación de grupos independentistas tuaregs con los islamistas, o por la cooperación e influencias de las autoridades mauritanas y malianas. En cualquier caso, son opciones con un coste económico, sin olvidar en último extremo la asistencia técnica de fuerzas de seguridad españolas para posibles operaciones de rescate.
En todo caso, la creación de un brazo terrorista de Al Qaida para el Magreb, en el que se integró la mayoría de grupos armados que operaban autónomamente en la región -fundamentalmente en Mauritania, Marruecos, Argelia y Túnez-, siempre tuvo una peligrosa proyección sobre nuestro país.
Señala el editorial de ABC titulado «Del Índico al Magreb»:
- No se puede ignorar que la reivindicación islamista de Al Andalus está presente en las principales declaraciones de sus ideólogos, como Ayman Al Zawahiri, «número dos» de Al Qaida, y otros cabecillas del entramado creado por Osama Bin Laden. Por desgracia, no puede obviarse tampoco el precedente del atentado que acabó con la vida de siete turistas españoles en el Yemen, en julio de 2007.