Pedrojota le ha declarado la guerra a Internet con los mismos argumentos que Murdoch utiliza contra Google, a la que los editores acusan de esquilmar el futuro de las empresas periodísticas
Tecnófobo y criminalizador de los internautas, desde que surgió la polémica sobre la ‘ley antidescargas’ Pedrojota no ha dudado en volcarse servilmente en apoyo de ZP. Primero, demonizando a los ‘piratas’ y luego apoyando en un vergonzoso editorial el cierre de webs sin orden judicial «porque en este país la justicia es muy lenta». Y con la misma vehemencia que hace tres años criticaba que el CAC tenga capacidad para sancionar a los medios. Toda una lección de ‘coherencia’ en favor de la libertad de expresión.
Hace tres años, Pedrojota viajó a la sede del Parlamento Europeo (PE) en Bruselas a denunciar la «grave vulneración a la libertad de expresión» que a su juicio representaba la nueva ley audiovisual de Cataluña y censuró asimismo la «complicidad» de «algunos grandes medios» catalanes. La misma ‘complicidad’ que, sin embargo, olvidó señalar al aplaudir efusivamente la ley de la TDT a medida de Roures que se sacó de la manga ZP.
Escuchemos al paladín de la libertad de prensa:
- «Es la típica pieza producto de una mentalidad inquisitorial y fruto del intento de aplicar al pluralismo informativo el corsé del pensamiento único»
Con ese misma mentalidad inquisitorial hoy Pedrojota -un fósil de la edad del papel que no se entera de nada en materia de Internet- se esfuerza en señalar a los internautas -‘piratas’ les llama- para defender a González-Sinde argumentando que:
- No nos parece, por tanto, descabellado que esa Comisión de Propiedad Intelectual pudiera actuar de forma cautelar en casos de flagrante piratería, en los que se viola la propiedad intelectual con ánimo de lucro y de forma masiva.
Es decir, que al servil Pedrojota no le disgusta que exista un CAC que actúe de polícia en Internet para sancionar y censurar a todo aquel que irrite al Gobierno sin tener que pasar por el aro judicial. Como recuerda el blog Elentir, era lógico que Pedrojota tachara al CAC de “amenaza contra la libertad de expresión” como lo hizo en aquel editorial. Lo que no es lógico ni aceptable es que el director de El Mundo proponga ahora para la red los métodos extrajudiciales que no quiere que le apliquen a él.»
Y es que Pedrojota le ha declarado la guerra a Internet con los mismos argumentos que Murdoch utiliza contra Google, empresa a la que los editores acusan de esquilmar el futuro de las empresas periodísticas a base de agregar sin pagar contenidos ajenos. «Los piratas no son los usuarios, son los agregadores», afirmó en repetidas ocasiones, «porque mi convicción es que es imposible separar el futuro del periodismo del futuro de los periódicos».
Google, Internet y los piratas son los chivos expiatorios perfectos para los dinosaurios de la era del papel que no han comprendido nada de la revolución que significa la Red en materia de libertad de expresión. Creen que se trata de ‘robo de contenidos’ cuando en realidad es un problema de censura y totalitarismo.
Pedrojota ha llevado a la ruina a Unidad Editorial y, con la soga al cuello, espera que el Gobierno le eche una mano con dinero público para sanear sus números rojos. Y qué mejor que hacer campaña contra los internautas para ganarse el favor de la Moncloa en medio de un fuego cruzado abrasador que ha dejado ‘tocada’ a Sinde y al borde de la dimisión.