No hayan sido capaces de anticipar y controlar ahora como con Air Madrid una crisis que ha estallado en el peor momento para los usuarios
Mientras los trabajadores de Air Comet exigen al Gobierno ZP que deje de hacer la vista gorda con Díaz Ferrán y «que se moje», José Blanco ha salido a decir que el Ministerio de Fomento no es una agencia de viajes. O que los pasajeros estafados por Air Comet, se busquen la vida. Sería coherente el ministro si no fuera porque este Gobierno ha hecho bandera del socialismo más demagógico frente a los males liberales.
Los socialistas no tienen empacho en convertir el Estado en una agencia de compasión con fines electoralistas que sirve además de agencia de colocación, el Plan E, o agencia de pago de rescates a los piratas y a Al Qaida. pero a la hora de salir a rescatar a los estafados por Air Comet, Blanco esgrime la defensa del Estado responsable sin inmutarse por la desesperación de los viajeros.
Edurne Uriarte desmonta los argumentos del ministro de Fomento en su artículo «Air Pepe Blanco» en ABC:
- El primero, la responsabilidad absoluta, incuestionable, infinita, del Estado en la protección del individuo frente a la «insolidaria» derecha. Lo que ha llevado al Estado a convertirse incluso en una agencia de alquiler de pisos o en una agencia para la ayuda a la concesión de créditos (los llamados facilitadores). Además de agencia de colocación, el Plan E, o agencia de pago de rescates a los piratas y a Al Qaida.
- Si el socialismo cree que el Estado es una agencia infinita al servicio de los necesitados, no se entiende bien por qué se ayuda exclusivamente a los abandonados por Air Comet hasta el día 26 y no a los demás o cómo se explica qué día acaba el Estado protector y qué otro se convierte en agencia de viajes.
- Cuesta entender que quienes presumen de un socialismo garante de la vigilancia de los abusos empresariales frente a la supuesta frivolidad y manga ancha del neoliberalismo no hayan sido capaces de anticipar y controlar ahora como con Air Madrid una crisis que ha estallado en el peor momento para los usuarios.
A no ser, claro está, que la vigilancia en cuestión haya sido utilizada como un arma para presionar y controlar al presidente de los empresarios en lugar de para proteger a los ciudadanos.
