La corrupción fue para mí una gran decepción, una gran frustración y probablemente una de las razones por las que decidí no hacer más política institucional
«Tuve que decidir si se volaba a la cúpula de ETA. Dije no. Y no sé si hice lo correcto» titula El País el amplio reportaje firmado por el escritor Juan José Millás en el que Felipe González, catorce años después de dejar el Gobierno, casi tantos como los que permaneció en él, reflexiona en voz alta sobre cómo funciona de verdad el poder, revela algunas decisiones desconocidas hasta ahora, explica su honda preocupación por las crisis del presente y deja entrever su intimidad familiar.
El encuentro entre el escritor y el político se produjo los días 27 y 28 de septiembre de 2010, en el transcurso de un viaje entre Madrid y Manresa (y vuelta), adonde González acudió para participar en unas jornadas sobre el liderazgo en los tiempos de crisis convocadas por la escuela de negocios ESADE.
Millás explica así la batalla dialéctica:
«Hablamos durante horas en los coches que nos llevaban de un sitio a otro, en las salas de autoridades, en el tren, y a cada pregunta respondía con una conferencia, por lo que de vez en cuando desconectábamos un rato, en defensa propia, para tomar un respiro. […] Pese a proceder del mundo de la política, cada vez que abre la boca dice algo, y lo apoya con una batería de datos. […] He aquí algunas de las frases a las que nos subimos en marcha y en las que se percibe esa preocupación:
- «El ámbito de realización de la soberanía es el Estado nación, pero el ámbito de realización de las finanzas es el planeta».
- «Las elecciones no se ganan por cómo se afronten los desafíos globales, sino por las miserias locales».
- «Yo solo conozco cuatro o seis políticos con cabeza global».
- «El sistema no tiene marco regulatorio, está librado a su propia fuerza, sin una alternativa que lo contenga, y se confía en esa mierda de la mano invisible del mercado que lo convierte en un casino sin reglas. Es peor que el casino porque el casino tiene reglas».
- «No estamos prestando atención a la economía real, a la economía productiva. Las cosas se pueden resumir en que lo que llamamos el mundo occidental, con excepciones, se ha gastado lo que tiene que pagar durante los próximos 25 años. Estamos endeudados hasta los ojos mientras que Oriente ha ahorrado hasta las cachas».
- «La relación entre la democracia y el mercado es desigual. Puede haber mercado sin democracia, pero no democracia sin mercado».
- «Estamos empezando a discutir sobre un futuro que ya pasó».
- «Estamos ante una crisis sistémica y global. No hay alternativa al sistema, afortunadamente, porque las utopías regresivas son peores».
- «Seguimos viendo el mundo desde una visión occidental, pero el mundo ya cambió».
REVELACIONES
Éstas son los hechos inéditos que Felipe González detalle de su Gobierno, los relativos a su familia y sus explicaciones sobre las claves de la crisis.
»ETA. «Tuve una sola oportunidad en mi vida de dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA. Antes de la caída de Bidart, en 1992, querían estropear los Juegos Olímpicos, tener una proyección universal… No sé cuánto tiempo antes, quizá en 1990 ó 1989, llegó hasta mí una información, que tenía que llegar hasta mí por las implicaciones que tenía. No se trataba de unas operaciones ordinarias de la lucha contra el terrorismo: nuestra gente había detectado, no digo quiénes, el lugar y el día de una reunión de la cúpula de ETA en el sur de Francia. De toda la dirección. Operación que llevaban siguiendo mucho tiempo. Se localiza lugar y día, pero la posibilidad que teníamos de detenerlos era cero, estaban fuera de nuestro territorio. Y la posibilidad de que la operación la hiciera Francia en aquel momento era muy escasa. Ahora habría sido más fácil. Aunque lo hubieran detectado nuestros servicios, si se reúne la cúpula de ETA en una localidad francesa, Francia les cae encima y los detiene a todos. En aquel momento, no. En aquel momento solo cabía la posibilidad de volarlos a todos juntos en la casa en la que se iban a reunir. Ni te cuento las implicaciones que tenía actuar en territorio francés, no te explico toda la literatura, pero el hecho descarnado era: existe la posibilidad de volarlos a todos y descabezarlos. La decisión es sí o no. Lo simplifico, dije: no. Y añado a esto: todavía no sé si hice lo correcto. No te estoy planteando el problema de que yo nunca lo haría por razones morales. No, no es verdad. Una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos cuatro o cinco años. Esa es la literatura. El resultado es que dije que no.»
»Barrionuevo y Vera. «Respecto al secuestro de Marey, lo único en lo que los implicaron y por lo que fueron a la cárcel… Es que todavía hoy no se puede contar eso… A Segundo Marey lo salva la orden de Pepe Barrionuevo para que lo suelten cuando se entera de que está detenido… En el Tribunal Supremo no me admitieron una prueba: tenía el intercambio de las comunicaciones telegráficas con Francia para reconstruir aquello. Pero el que da la orden de que lo suelten es el ministro».
»Galindo. «Aún hoy, que ya han pasado muchos años, te digo que era un gran tipo. General al que solo conocí personalmente después de que saliera de su responsabilidad. General al que visitaba cada dos o tres meses el líder del PP de la época en el cuartel de Intxaurrondo, en tanto que yo jamás lo había saludado ni había conocido. Lo conocí cuando lo procesaron porque le llamé para conocerle». ¿Cree que Galindo era inocente? «De la mayor parte de lo que le acusaron, y por lo que le condenaron, estoy seguro de que lo era. Estoy seguro».
»Corrupción. «Lo viví, primero, con absoluta incredulidad y, después, con sufrimiento. Nunca hice un ejercicio sano de cinismo como veo que ahora hace Rajoy pidiéndole al Santo Apóstol que le ayude a limpiar la vida pública, mientras Camps se golpea el pecho a su lado».
»Fondos reservados. «Estoy seguro de que Barrionuevo no se lucró nunca de sus puestos; y creo que, lucrarse personalmente, tampoco en el caso de Vera, ya más difícil de demostrar. Pero el hecho evidente es cómo vive Vera, y todavía tiene embargado lo único que tenía: el chalé que era de su familia, no de la suya, de la de su esposa. La otra discusión, absurda y que conduce a la melancolía, es cómo se manejan los fondos reservados, de los que era responsable, que por definición son reservados y que aquí abrió un debate ridículo porque dijeron que tenían que tener recibos, justificantes, de la entrega de esos fondos».
»Poder subterráneo. «En las luchas de poder las relaciones son subterráneas: las cuatro quintas partes, como en el iceberg, no se ven. Hay excepciones como la del Vaticano, donde todo es subterráneo».
»23-F. «Imaginemos, decía yo, que los que están dando clases ahora mismo en las academias militares se creen que lo que tienen que enseñar son los valores de la Constitución y el papel de las Fuerzas Armadas dentro del marco constitucional. ¿Cuándo tendremos la oportunidad de que uno de esos cadetes con formación democrática sea jefe del Estado Mayor? Pues hacia 2015, me decían. ¡Puta!, no tenemos tiempo, tendremos que hacer algunas cosas antes. Y las hicimos».
»Obama. «Ese hombre creía que podía resolver Guantánamo en diez meses. Desde fuera diríamos que no ha cumplido. El asunto es que le va a costar toda la legislatura recuperar el control de los servicios de seguridad como él los querría. Ha habido demasiados vuelos clandestinos, demasiadas cárceles secretas y muchas de las personas que estuvieron en eso forman parte ahora de sus servicios de inteligencia».
»Finanzas sin reglas. «Sitúate en la piel de Obama: debo poner primero 700.000 millones, después 880.000, total, dos billones de dólares solo para salir de esa catástrofe provocada por el sistema financiero sin reglas. Usted ya está rescatado. Y ahora me exige que reduzca dramáticamente el déficit y el endeudamiento al que he llegado para rescatarlo. Si se tuviera poder y decisión para regular el funcionamiento del sistema financiero, no volvería a ocurrir lo que ha ocurrido y devolverían el dinero público que se les ha entregado».
»Bancos. «Me apetece escribir un artículo diciendo: ‘Ciudadano de renta media busca entidad financiera que lo trate como ciudadano y que lo respete como cliente, cuidando su ahorro y no utilizándolo como un instrumento para colocar productos basura o incomprensibles».
»Hacer dinero. «Sé cuáles son todos los mecanismos para obtener dinero, pero jamás se me ha ocurrido. No tiene mérito en mi caso, porque nunca me interesó. El mérito lo veo en los tipos que son ambiciosos de dinero y que resisten a la tentación».
»Tierra. «Si tuviera el ahorro para comprarme una casa, ahora que están baratas, lo emplearía en eso (…) La mayor aspiración que he tenido en mi vida es tener un cacho de tierra mía. Nunca me ha apetecido tener un barco, ni un avión… Un pedacito de tierra, seis u ocho hectáreas».
»Vejez. «Imagínate que pierdo movilidad, que no puedo subir a un avión; tengo derecho a estar en el Consejo de Estado. Tienes trabajo, demasiado poco para mi gusto, pero si te lo tomas en serio es un trabajo bonito que te da más que de sobra para vivir bien, en torno a 5.000 o 6.000 euros netos. Sin problema».
»Hijos. «Ser hijo mío debe de ser una putada sangrienta. En la adolescencia es más complicado y después… la verdad es que han pasado lo más desapercibidos posible. Pero el propio esfuerzo para pasar desapercibido significa la dificultad de ‘ser hijo de». (…) «Si estuviera aquí mi hija María, ella te diría: ‘Yo tengo 32 años y no recuerdo que hayas ido nunca al cine y que me hayas llevado».
»Mediocracia. «La democracia se ha convertido en mediocracia. En los dos sentidos: democracia mediática y mediocre. Personas que van a programas llamados del corazón, en los que confunden los asuntos de cama de no sé quién con un debate político serio, no me parece aceptable. Es parte de la banalización de la política, aunque no seamos conscientes de ello. Es la servidumbre de creer que la opinión está ahí».
»Tertulias. «Me resisto a ser un tertuliano. En esto, respeto mucho lo que decía Manuel Azaña: ‘Si cada español hablara de lo que sabe y solo de lo que sabe, se haría un gran silencio nacional que podríamos aprovechar para estudiar».