Lo que no se les escapa a los alemanes es que la propuesta española tiene mucho de impostura
Por segundo día consecutivo, y en una reacción poco habitual, el Gobierno de Alemania ha mostrado su malestar con la propuesta de la presidencia española de imponer sanciones a los países que incumplan las decisiones de política económica común. Hermann Tertsch va más allá y advierte que a ZP se lo ve como «un auténtico marciano salido de un programa de televisión de reality show»:
El Gobierno de Angela Merkel ha vuelto a arrearle leña a ZP al rechazar la estrategia económica que ha formulado en los últimos días. “Primero se debe plantear la fórmula de crecimiento, basado en unos objetivos realistas, antes de pasar al capítulo de las sanciones”, declaró el portavoz gubernamental, Christoph Steegman.
Como reseñaba Periodista Digital, los periódicos más influyentes de Alemania mostraban ayer en sus editoriales escepticismo sobre los planes de Zapatero. Y de las palabras del portavoz de Merkel se deduce que el Gobierno alemán está, cuanto menos, sorprendido por la estrategia diplomática de la Presidencia de turno española en la UE.
Según destaca Expansión:
- Lo que no se les escapa a los alemanes es que la propuesta española tiene mucho de impostura cuando España es de los países más incumplidores con las normativas comunitarias, de los que más sanciones tiene encima de la mesa y el que parte con mayores opciones para ver sancionado el colosal desequilibrio de sus cuentas públicas.
VAN RAMPOY
En su artículo de hoy de ABC, titulado Una presidencia elocuente y liberadora, Hermann Tertsch cree que a ZP se lo ve como «un auténtico marciano salido de un programa de televisión de reality show»:
- Y Van Rampoy, que no es un hombre de bromas, ni llega tarde a los actos institucionales, ni el hace el ridículo con la fraseología de la nada de nuestro Timonel de tierra adentro, ya ha dejado claro que él no hará el imbécil por la triste casualidad de coincidir en la entrada de su mandato con la elocuencia vacua del nieto Lozano.
- Hace cinco años, todo el pijerío izquierdista europeo estaba medio enamorado de Zapatero o de Zerolo. Hoy Europa está perfectamente hastiada de las ridiculeces y naderías del presidente español. Es una pena que los electores españoles no fueran tan rápidos en su perspicacia como lo están siendo los líderes europeos. Pero nos viene bien a todos.