Los 'corsarios de la red' colgaron sobre un fondo negro una fotografía de Zapatero en la que sale muy mal, con lengua entresacada y los ojos entreabiertos
El presidente sale muy desfavorecido en la foto y los hackers lo sabían. Esta vez la broma se aloja en la web de la cartera de Beatriz Corredor: Vivienda.
Con la resaca muy presente todavía con aquella imagen de Mr. Bean saludando con un «Hi there» desde la página web de la Presidencia española de la Unión Europea, los expertos informáticos la han vuelto a liar.
El sitio del Ministerio de Vivienda sufrió el ataque ayer y todavía no se puede acceder a ella.
FOTO CON MENSAJE
Los ‘corsarios de la red’ colgaron sobre un fondo negro una fotografía de Zapatero en la que sale muy mal, con lengua entresacada y los ojos entreabiertos.
Bajo la foto había un mensaje escrito hace más de 20 años por el hacker «The Mentor» y convertido en manifiesto de los piratas informáticos de todo el mundo, según recoge El Semanal Digital.
- «No es culpa de nosotros que hasta ahora se hayan despertado claro sabemos que tenemos que colaborar pero cobrándonos los errores de ustedes !!! nos gobiernan los sádicos o nos ignoran los apáticos? Utilizamos un servicio ya existente, sin pagar por eso ya que podrían haber sido más baratos si no fuese por esos especuladores. Y nos llaman delincuentes»
- «Exploramos… y nos llaman delincuentes. Buscamos ampliar nuestros conocimientos… y nos llaman delincuentes. No diferenciamos el color de la piel, ni la nacionalidad, ni la religión… y ustedes nos llaman delincuentes. Construyeron bombas atómicas, hacen la guerra, asesinan, estafan al país y nos mienten tratando de hacernos creer que son buenos, y aún nos tratan de delincuentes. Sí, soy un delincuente. Mi delito es la curiosidad. Mi delito es juzgar por lo que la gente dice y por lo que piensa»
Ésta no es la primera vez que el Ministerio de Vivienda se ve asaltado por intrusos. En agosto de 2007, un hacker burló sus medidas de seguridad y colgó en la página inicial un manifiesto que se titulaba «No vas a tener casa en la puta vida».
