Gobierno y PP suben el tono de sus ataques a cuenta de Garzón y «caso Gürtel»

Gobierno y PP suben el tono de sus ataques a cuenta de Garzón y "caso Gürtel"
. Agencia EFE

La sesión de control en el Congreso se ha convertido hoy en un duro cruce de acusaciones entre Gobierno y PP, que han subido el tono de sus reproches y se han exigido explicaciones mutuas a propósito de los actos y declaraciones de apoyo al juez Baltasar Garzón y del «caso Gürtel».

Hasta seis ministros han tenido que responder al PP sobre las «presiones» al Tribunal Supremo (TS) tras la apertura de una causa contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo.

Los «populares» han exigido el cese del secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, por acudir a un acto en defensa de Garzón «junto a los que llamaban torturadores a los magistrados del Supremo», en palabras de la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha lamentado la falta de respeto del Gobierno a las instituciones.

Ha sido la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, la que ha contestado a la portavoz ‘popular’ y ha contraatacado acusando al PP de «desempolvar» la estrategia del ventilador para no dar ni una sola explicación «del traje de 50.000 folios que les han hecho», en alusión al «caso Gürtel».

«No sólo respetamos a las instituciones, sino que en la mayoría de las ocasiones las defendemos de sus ataques y sus insidias», ha dicho De la Vega, en línea con lo que después han repetido cinco ministros más del Ejecutivo.

El diputado del PP Juan José Matarí ha sido el siguiente en pedir al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, el cese inmediato de Zarrías por asistir a un acto «antidemocrático» de «deslegitimación» de la instituciones y «alentado» por el propio Gobierno socialista.

«La única actividad conocida de Zarrías es la agitación pública contra el Poder Judicial», ha ironizado Matarí, recordando el episodio en el que el secretario de Estado votó con los «pies y las manos» en el Senado.

Chaves ha rechazado el cese de Zarrías ya que, a su juicio, nadie debe dimitir por «ejercer un derecho» y ha subrayado que la «única agitación» procede del PP en contra de quienes investigan el caso «Gürtel».

«Los que se saltan a la torera el Estado de Derecho son los que meten la mano en la caja y cogen el dinero público que es de todos», ha denunciado el vicepresidente.

Similar ha sido la respuesta del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, al diputado Federico Trillo, a quien ha reprochado que actúe como un «afligido de conveniencia» ante los ataques al Supremo.

Por su parte, Trillo ha lamentado que el PSOE haya tenido la «desfachatez» de invocar a la libertad de expresión que no ampara la calumnia ni la injuria para justificar los ataques al TS.

Reproches reiterados por el diputado ‘popular’ José María Lassalle que ha acusado al ministro de Fomento, José Blanco, de cuestionar la independencia judicial cuando expresó su deseo de que «los falangistas no se salieran con la suya».

Blanco ha reafirmado sus palabras y ha asegurado que el PP sólo pretende «levantar una cortina de humo» y emprender una «cruzada» contra Garzón por investigar la corrupción que les afecta.

Más contundente aún ha sido el diputado Ignacio Gil Lázaro, que una semana más ha sacado a relucir el caso del presunto chivatazo a ETA para acusar al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de combinar «miserias y silencios para tapar la verdad», actitud que ha comparado con la que mantiene el Gobierno respecto al Supremo.

El Ejecutivo, según el diputado ‘popular’, ha falseado vilmente la realidad sin importarle minar los cimientos democráticos y la obra de la Transición con su apoyo a «esta sucia campaña».

Rubalcaba, por su parte, le ha recriminado la «doble moral» y la «ley del embudo» que aplica el PP cuando se persigue a «sus presuntos delincuentes» y ha recordado otros casos en los que dirigentes del PP han tildado de repugnantes a jueces o fiscales.

Otro de los ministros que ha tenido que hacer frente a las preguntas de los ‘populares’ ha sido el titular de Industria, Miguel Sebastián, a quien el diputado Álvaro Nadal, ha acusado de sembrar dudas sobre la calidad democrática para tapar el fracaso de su gestión.

Sin embargo, el ministro ha rebatido con números los argumentos del PP, recordando que en marzo la entrada de turistas creció un 3 por ciento, el mejor dato de los últimos 22 meses.

Lo que daña la imagen exterior de España, a juicio de Sebastián, es que dirigentes del PP como Cristóbal Montoro, Mariano Rajoy o Jose María Aznar pongan en duda la credibilidad y la capacidad de España en este contexto de crisis económica.

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Autor

Elena Bellver

Redactora de contenido web & Seo, Copywriter & Community Manager. Es la redactora de las recetas de cocina de Periodista Digital.

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