El Gobierno no detalla al PP los regalos recibidos por los ministros porque carecen de valor para inventariarlos

El Gobierno no ha detallado al PP los regalos recibidos por los distintos ministros porque estos obsequios, debido a su escaso valor económico, no han tenido que ser inventariados y, por tanto, no existe una relación sobre los mismos. Esta es la respuesta que, por segundo día consecutivo, ha dado el Ejecutivo a los diputados del PP que, en distintas comisiones del Congreso han interrogado sobre esta cuestión a responsables de diferentes departamentos ministeriales.

Si ayer fueron la ministra de Cultura, Angeles González Sinde; el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías; y el subsecretario de Interior, Justo Zambrano, quienes se encargaron de replicar al PP, hoy hicieron lo propio y con los mismos argumentos los subsecretarios del Ministerio de Exteriores, María Jesús Figa, y de Fomento, Jesús Salvador. Probablemente la misma explicación vuelva a escucharse mañana cuando el PP interrogue sobre los obsequios recibidos por la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia.

Todas estas preguntas, una por ministerio, fueron planteadas por escrito por el diputado del PP Rafael Hernando el pasado mes de octubre, pocos días después de la polémica suscitada a raíz de los regalos supuestamente recibidos por el presidente valenciano, Francisco Camps, por parte de la trama Gürtel. Como el Gobierno no las contestó por escrito, Hernando decidió transformarlas en preguntas orales.

Así, hoy como ayer, los subsecretarios incidieron en que los regalos recibidos por los titulares ministeriales se enmarcan «en el contexto de los usos habituales sociales y de cortesía» y en que al no tener un «valor relevante» no se ha decidido su incorporación al Patrimonio del Estado.

Además, recalcaron el compromiso del Gobierno con la transparencia y presumieron de que ha sido el Gabinete socialista el que ha aprobado tanto la regulación de los conflictos de intereses de los altos cargos como el Código de buen gobierno por el que se rigen los miembros del Ejecutivo. Ambos destacaron también que el PP trasladó a sus normas éticas aprobadas el año pasado parte de las buenas prácticas que acuñó el Gobierno.

¿POR QUE LOS OCULTAN SI SON «CONFESABLES»?

El propio Rafael Hernando, que formuló la pregunta a la subsecretaria de Exteriores, se confesó convencido de que «todos o casi todos» los regalos recibidos por los ministros «no resultan inconfesables» y, por eso, se preguntó por qué el Gobierno prefiere practicar el «oscurantismo» sobre esta cuestión.

En la misma tesis insistió el portavoz del PP en la Comisión de Fomento, Andrés Ayala, quien defendió que al ministro de Fomento habría que exigirle «un ejercicio aún mayor de transparencia» por los importantes contratos y concesiones que aprueba este departamento.

«No nos ha dicho si se ha rechazado algún regalo, si se han quedado con todos o si alguno de los dos ministros (José Blanco o su antecesora, Magdalena Alvarez) han declarado no haber recibido ninguno», se quejó, reprochando al subsecretario que haya acudido al Congreso a hacer una «faena de aliño» y al Gobierno en general que haga lo contrario de lo que predica. «Hicieron un Código de buen gobierno sólo para quedar bien y no con ánimo de cumplirlo», apuntó.

Salvador contestó negando la mayor: «No hay ocultismo; hay ánimo de ocultismo cuando hay algo que ocultar, pero aquí no hay nada que ocultar y por tanto es imposible que haya ocultismo –enfatizó–. Se cumple rigurosamente código ético».

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