Trías de Bes, Batllori y sus “Mil millones de mejillones”

“Después de estar a punto de morir en medio del océano, Zapatero y Rajoy se abrazarían”

Una metáfora cómica de la historia del dinero

Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria

Imagínense que meten en un mismo barco a los principales líderes mundiales. El trasatlántico donde viajan para celebrar la boda de Berlusconi con una de sus «velinas» se hunde y llegan a una isla desierta. Este es el inicio de la disparatada historia que narra Fernando Trías de Bes e ilustra Tony Batllori, conocido por su viñeta «ninots» en la sección de política de La Vanguardia.

En aquella isla se suceden episodios con los que el grupo de importantes náufragos van reconstruyendo la sociedad desde la nada. El lector de Mil millones de mejillones (Ed. Temas de Hoy) a través del diario de uno de los camareros del crucero lujo que se hunde, comprueba como, paulatinamente, aquella sociedad va cayendo en los mismos errores que nos han arrastrado en tierra firme a la crisis actual.

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No es tanto una Historia de la Economía como una Historia del dinero que nos enseña a comprender mejor las razones de por qué la economía mundial está en la situación actual. Los autores explican que

«En aquella isla parten de la nada. Empiezan a fomentar el trueque hasta que deciden crear una moneda que es la concha de mejillón. Fondos de inversión, créditos, inversiones… Los habitantes de la isla se acaban endeudarán por mil millones de mejillones con una grupo de jubilados japoneses de la isla vecina».

«La historia se puede resumir en la frase de Groucho Marx: Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria».

En ese inexorable camino hacia la miseria asistimos a episodios en los que las caricaturas de Obama, Zapatero, Rajoy, Aznar, Berlusconi, Pujol, Ibarretxe, Chávez… protagonizan hilarantes escenas que nos recuerdan peligrosamente a los personajes reales.

Incluye también una crítica al votante durante el episodio en el que Zapatero cumple su sueño de concurrir a unas elecciones en el mismo partido que Obama. Pero los comicios los gana Silvio Berlsuconi porque es el que mejor saber contar los chistes verdes.

 

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