El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, viaja hoy a Río de Janeiro para participar en el III Foro de la Alianza de Civilizaciones, cita que reunirá al centenar de países «amigos» de esta iniciativa para intentar lanzar nuevos proyectos de tolerancia ante la diversidad cultural y religiosa.
Zapatero tiene previsto emprender vuelo a Brasil cuando concluya en el Congreso el debate y la votación del decreto que recoge los recortes de gasto para acelerar la reducción del déficit público.
En su agenda en Río, además de la Alianza de Civilizaciones, destaca su intención de respaldar a los inversores españoles en Brasil, un país que se espera que este año crezca un 5,5 por ciento.
Su primer acto hoy será la inauguración del remodelado Teatro Municipal de Río, invitado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Junto a él acudirá también el viernes a primera hora al Foro UE-Brasil, donde se espera la participación del comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, y la de un nutrido grupo de ministros brasileños y empresarios de ambos lados del Atlántico.
Después Zapatero y Lula inaugurarán el II Foro de la Alianza de Civilizaciones con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.
El presidente del Gobierno lanzó esta iniciativa en 2004 ante la Asamblea General de Naciones Unidas y esta organización ya la ha asumido como propia, aunque uno de sus principales hitos ha sido la reciente adhesión de Estados Unidos al denominado «Grupo de amigos», que agrupa a 120 países y organismos internacionales.
En nombre de la Casa Blanca acudirá al Foro la secretaria de Estado adjunta para Organizaciones Internacionales, Esther Brimmer.
Zapatero, que intervendrá en la sesión titulada «Diversidad cultural como camino hacia la paz», estará acompañado del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Moteseirín.
En el Foro presentará la creación del Instituto de la Universidad de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, un centro de investigación que espera que comience a funcionar en Barcelona antes de fin de año.
Avanzará además un listado de profesionales españoles que pueden participar en el «mecanismo de respuesta rápida en los medios de comunicación» y explicará el II Plan Nacional para la Alianza, aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros para fomentar el conocimiento de otras culturas y religiones a partir de cuatro pilares: la juventud, la educación, los medios y la migración.
Según han explicado fuentes del Ejecutivo, se trata de un documento estratégico que se extiende hasta 2014 y que deberán aplicar los ministerios, con las restricciones presupuestarias derivadas del plan de ajuste.
Aunque ya ha concluido el I Plan Nacional y el balance ha sido «muy satisfactorio», el Gobierno no cuenta con cifras globales del gasto que ha supuesto, ya que se ha imputado a los diferentes departamentos ministeriales.
Tras participar en el Foro, Zapatero se reunirá con Lula y a su entrevista se sumará más tarde el primer ministro portugués, José Sócrates, para analizar la evolución de la crisis económica.
Brasil es ya la novena potencia económica mundial y se ha convertido en uno de los mercados más atractivos para los inversores extranjeros.
Lula ha avanzado además su deseo de impulsar los negocios brasileños en España, que es ya el principal inversor europeo en Latinoamérica.
En la agenda estará además el conflicto nuclear iraní tras la última propuesta hecha por Teherán, con los auspicios de Brasil y Turquía, para enviar al exterior 1.200 kilogramos de su uranio a cambio de 120 kilos de uranio enriquecido.
España, según apuntan las fuentes, reconoce la importancia de mantener el diálogo, pero, como el resto de países europeos, prefiere esperar a ver si los compromisos de Irán se hacen realidad.
Está previsto también que Zapatero se reúna en Río con la jequesa de Qatar, país que acogerá el siguiente Foro de la Alianza; con el secretario general de Naciones Unidas y con la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
