El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, llevará este viernes al Consejo de Ministros la propuesta para adelgazar la estructura de su departamento, que conllevará un recorte en el número de Secretarías de Estado, han confirmado este martes a Europa Press fuentes diplomáticas.
La reestructuración de su departamento implicará la desaparición segura de la Secretaría de Estado para Iberoamérica, creada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en 2006, cuando confió su dirección a la política socialista Trinidad Jiménez.
La Secretaría de Estado para la UE que dirige Diego López Garrido en la actualidad también corre el riesgo de desaparecer y quedar reducida a una secretaría general, lo que supondría un cambio de gran calado en la historia del departamento ya que existe desde antes de que España ingresara en la Comunidad Económica Europea en 1986.
No obstante, distintas fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press coinciden en señalar que existen dos organigramas posibles con los que cuenta el ministro y que dependerá de Zapatero la decisión final.
Una de las fórmulas pasa por una reducción en el número de Secretarías de Estado de cuatro a dos. Según este plan, la de Cooperación que está en manos de Soraya Rodríguez permanecerá sin cambios y las otras tres se fusionarán en una especie de ‘súper secretaría’ de Asuntos Exteriores que recaerá en el diplomático Juan Pablo De Laiglesia, actual secretario de Estado para Iberoamérica.
Esta nueva ‘súper secretaría’ contaría con al menos dos secretarías generales, una para la UE y otra que englobaría el resto de áreas geográficas. De Laiglesia asumiría las funciones que ahora desempeña López Garrido en las reuniones con los ministros o secretarios de Estado para la UE del resto de los países europeos, ya que este papel no se podría dejar a un secretario general.
Si este organigrama sale finalmente adelante, se desconoce qué futuro le espera a Diego López Garrido, a quien algunas informaciones aparecidas en confidenciales sitúan al frente de alguna embajada, extremo no confirmado por las fuentes diplomáticas consultadas.
OPCION CON TRES SECRETARIAS DE ESTADO
En el segundo organigrama posible, el número de Secretarías de Estado permanecería en tres, con la desaparición de la de Iberoamérica. Juan Pablo de Laiglesia sería no obstante el nuevo secretario de Asuntos Exteriores en sustitución del actual Angel Lossada, que se recupera de un aneurisma cerebral sufrido en abril.
Sea cual sea finalmente la fórmula final, las fuentes consultadas dan por hecha la desaparición de al menos tres direcciones generales del Ministerio, si bien coinciden en señalar en que no será una de ellas la Dirección General de Comunicación Exterior, que mantendrá el mismo rango aunque no descartan un cambio de nombre.
La Dirección General de Comunicación Exterior cumple un papel distinto al de los gabinetes de prensa de otros Ministerios que sí se han quedado reducidos en una subdirección general, subrayan, al ser un canal de comunicación oficial del Gobierno de cara al exterior.
Esta dirección general cambió de nombre bajo el actual Gobierno socialista. Antes era la Oficina de Información Diplomática, y por este nombre se sigue conociendo.
Entre las direcciones generales cuya desaparición se da por hecha figura la de Asuntos Estratégicos y Terrorismo, que podría englobarse en otra que aborde la política multilateral. La división actual de direcciones generales por zonas geográficas es susceptible de agruparse aún más.
