Moratinos niega que haya habido «conflicto» o «crisis» con Rabat y revela que habló varias veces con su colega marroquí

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, ha negado que haya habido en estos días «conflicto» o «crisis» con Marruecos y ha revelado que habló en varias ocasiones con su colega marroquí, Taieb Fassi Fihri, para «disipar cualquier malentendido».

En una declaración a Europa Press a su regreso a Madrid para asistir mañana a la reunión del Consejo de Ministros, ha subrayado que «precisamente dado el excelente estado de las relaciones con Marruecos se han podido resolver los incidentes fronterizos a través de los canales diplomáticos entre los dos países».

Ha revelado que en este último desencuentro con Marruecos habló «en varias ocasiones» con su colega marroquí «para disipar cualquier malentendido que pudiera afectar a la situación de la frontera en Melilla». «En todas estas gestiones -ha precisado_he mantenido una comunicación fluida y permanente» con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que viajará el lunes a Rabat.

«No ha habido ni conflicto ni eventual conflicto ni crisis bilateral», ha asegurado el ministro, que ha recibido críticas de la oposición por no haber interrumpido sus vacaciones para ocuparse de la tensión vivida con Rabat desde que el Gobierno marroquí denunciara en hasta cinco comunicados oficiales presuntas actitudes racistas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra ciudadanos marroquíes e inmigrantes subsaharianos.

El Gobierno nunca pensó que las denuncias por parte de Marruecos constituyeran un «problema de fondo» y desde la llamada del Rey a Mohamed VI se mostró confiado en que la situación se iba a resolver, a pesar de las protestas de asociaciones civiles marroquíes en la frontera, que llegaron a bloquear la entrada de productos frescos a la ciudad autónoma, señalan fuentes diplomáticas a Europa Press.

El Ejecutivo sabía que el bloqueo a Melilla no podía prolongarse mucho tiempo porque, entre otras cosas, salían más perjudicados los marroquíes que no pudieran introducir sus productos en Melilla, que los vecinos de la propia ciudad autónoma, que puede abastecerse desde la Península.

Desde el Ministerio de Exteriores se ha subrayado estos días que el ministro Moratinos, a pesar de encontrarse de vacaciones en Francia, permanecía «permanentemente informado de la situación» e «instruyendo» sobre los contactos y gestiones que debían llevarse a cabo con Rabat.

Fruto de esas gestiones, añaden, se pactó la visita del ministro Rubalcaba a Rabat para entrevistarse con su colega marroquí y zanjar definitivamente este episodio.

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