El centenar de activistas antisistema que ha ‘okupado’ la antigua sede de Banesto del número 10 de la plaza Catalunya, en el centro de Barcelona, espera continuar en el edificio hasta el 29 de septiembre, día de la huelga general.
Los okupas habían previsto permanecer al menos hasta este domingo, pero después de celebrar una asamblea abierta a la ciudadanía –que ha acabado pasadas las 22.00 horas de este domingo– han decidido quedarse para utilizar el edificio como «centro logístico para preparar la huelga».
Según ha informado un portavoz del colectivo a Europa Press, la asamblea ha reunido a unas 500 personas, entre los que se encontraban algunas familias con niños y ancianos.
La reunión ha culminado una jornada de actividades que ha comenzado a las 9.00 horas con una chocolatada popular, seguida de mesas redondas sobre «resistencia cotidiana», en la que han tratado aspectos como la organización cooperativa.
La acción está organizada bajo la denominación ‘Movimiento 25S’, «un espacio social que visualiza y denuncia la explotación y precariedad de los sectores sociales más vulnerables».
El colectivo, que en la noche del sábado al domingo ha reunido a cien personas en el edificio, espera doblar la cifra esta noche. «Están todos invitados y esperamos que la sede se vaya llenando», han indicado.
El grupo reivindica el edificio como «un espacio bancario al servicio de la huelga» y llama a hacer un seguimiento masivo de la huelga general. «Nos encanta la idea de la huelga general. Nos parece una oportunidad, muy necesaria, para exteriorizar el malestar», afirman, aunque no la ven suficiente.
En un comunicado, lamentan que «entre cuatro y cinco millones de trabajadores» no tendrán derecho a huelga por estar desempleados, así como «millones de personas» con un empleo precario, que no pueden ir a la huelga ante el riesgo de ser despedidos.
La acción comenzó cuando doce escaladores desplegaron este viernes una pancarta de 150 metros cuadrados en la fachada de la sede bancaria en la que se puede leer «La banca nos asfixia; la patronal nos explota; los políticos nos mienten, CC.OO. y UGT nos venden».
