Al guitarrista se le acabó su poder de decisión en las Islas. Acostumbrado el ahora eurodiputado a mangonear en la política que hacen sus compañeros socialistas por estos lares, anoche tuvo que presenciar como su caballo de Troya, Santiago Pérez, era astillado por todas partes.
Eso sí, la alegría que a muchos socialistas les produjo este fracaso del último rescoldo del juanfernandismo más exacerbado no fue comparable a la que se vivía en cierta casa de El Sauzal. Y es que José Miguel Pérez, en todos los sentidos, es un mirlo blanco para Coalición Canaria en el caso de que las cosas puedan ir mal dadas en las urnas.