La igualdad exige un nuevo pacto social y un nuevo papel del Estado

La igualdad en los países de América Latina y el Caribe sólo será posible mediante un nuevo «pacto social y fiscal» y un nuevo papel del Estado, así como un mercado laboral eficiente, porque el empleo es la «llave maestra» de la igualdad, según se indica en un nuevo informe publicado este miércoles por la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Durante la presentación del informe ‘La hora de la igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir’, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, afirmó que este organismo apuesta por la igualdad como «titularidad de derechos», más que por la equidad.

Según el estudio, en América Latina y el Caribe, «la desigualdad recorre cinco siglos de discriminación racial, étnica y de género, con ciudadanos de primera y segunda categoría».

«Recorre una modernización hecha sobre la base de la peor distribución de ingresos del mundo. Recorre décadas recientes en que se ha exacerbado la heterogeneidad de las oportunidades productivas de la sociedad, se ha deteriorado el mundo del trabajo y se ha segmentado el acceso a la protección social», señala.

Bárcena explicó que con la crisis financiera internacional que comenzó en 2008, «se quebró un modelo» económico y, por lo tanto, hubo un «punto de inflexión». Así, «la igualdad aparece nuevamente como valor intrínseco del desarrollo que buscamos», dice el informe.

PACTO FISCAL

Para conseguir una igualdad basada en una «titularidad de derechos efectiva», la CEPAL considera que hay que perseguir varios objetivos, como una «igualdad con convergencia productiva y territorial» y una «igualdad de acceso a la educación, la salud, el empleo y la seguridad social».

También se debe fomentar una «política económica con visión propia y de largo plazo» en el ámbito macroeconómico, productivo y territorial y establecer un «pacto fiscal con efecto redistributivo», lo que significa acceso a innovación, institucionalidad laboral y seguridad en el trabajo.

El informe sugiere una serie de medidas económicas y fiscales concretas para alcanzar los objetivos que propone, que hacen referencia a cuestiones como el tipo de cambio, los flujos de capital o los precios.

Bárcena manifestó que la CEPAL aboga por un nuevo pacto fiscal porque, en general, en América Latina y el Caribe «se recauda poco y mal», «el gasto social tiene un bajo impacto redistributivo» y «la inversión es insuficiente para el desarrollo».

El nuevo pacto fiscal, que requiere «acuerdos entre distintos agentes públicos y privados», debe contemplar «una estructura y una carga tributaria con mayor efecto redistributivo, capaz de fortalecer el rol del Estado y la política pública» para «garantizar umbrales de bienestar», y forma parte de una «agenda de la igualdad» que también incluye «una institucionalidad laboral que proteja la seguridad del trabajo».

DINAMISMO ECONOMICO

En el estudio se hace hincapié en que «el dinamismo económico no está reñido con la igualdad» y se propone «crecer para igualar e igualar para crecer», es decir, «igualar mediante la potenciación de las capacidades humanas y la movilización de energías del Estado».

A juicio de la CEPAL, en América Latina y el Caribe es necesario «revertir las tremendas disparidades territoriales» y «reforzar la protección de las personas mediante el mejoramiento de los mercados laborales, las capacidades de las finanzas y la gestión pública», es decir, promover «una macroeconomía que proteja a las personas frente a la volatilidad externa».

En cuanto al nuevo papel del Estado, el informe subraya que la igualdad «demanda más y mejor Estado en materia de regulación, transparencia, fiscalización y redistribución de recursos» e insiste en que se debe buscar la igualdad teniendo siempre como referencia la democracia, porque la una no es posible sin la otra.

Otro tema que aborda el informe a través del prisma de la igualdad es el del cambio climático. En este aspecto reclama «solidaridad con las generaciones venideras», que vivirán en un escenario «más incierto y con menos recursos naturales», acuerdos internacionales para mitigar los efectos del cambio climático y «que no sean los pobres ni los países pobres quienes terminen asumiendo los mayores costos».

AYUDA AL DESARROLLO

En el acto de presentación del informe, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, advirtió de la «falta de financiación en la lucha contra la pobreza», porque «la ayuda oficial al desarrollo tiene su límite».

En este contexto, el presidente del Instituto de Estudios Europeos de Florencia, Josep Borrell, afirmó que los contribuyentes de los países ricos están «cansados de dar ayuda al desarrollo» porque saben que «en los países pobres también hay ricos» y se preguntan por qué no se distribuye mejor la riqueza.

Por otro lado, Rodríguez coincidió con la CEPAL en la necesidad de «buscar nuevas formas de financiación adicionales» en la lucha contra la pobreza, como la tasa a las transacciones financieras internacionales que defienden el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

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