Lissavetzky dice que su relación con Gómez será «armónica» y cree que «no es necesario» estar en la Ejecutiva del PSM

El secretario de Estado para el Deporte y candidato socialista a la Alcaldía de Madrid en mayo de 2011, Jaime Lissavetzky, ha asegurado que su relación con el secretario del PSM, Tomás Gómez, será «armónica» a pesar de su apoyo a su rival en las primarias, Trinidad Jiménez, y ha opinado que «no es necesario» estar en la Ejecutiva del PSM para fortalecer su campaña.

En una entrevista a El País recogida por Europa Press, Lissavetzky ha afirmado que «no tiene más importancia» su apoyo a la ministra de Exteriores en el proceso de primarias celebrado a principios de octubre para elegir al candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

«No creo que me perjudique (ese apoyo). Tengo 36 años de militancia en el PSOE. Le expliqué a Tomás (Gómez) cuál era mi posición y aquello no tiene más importancia. Las primarias nos han dado músculo orgánico y político. Ha habido rasguños, pero los efectos colaterales deben ser los mínimos posibles. Mi relación con Gómez va a ser armónica», ha explicado.

Además, ha asegurado que estará «encantado» si le proponen entrar en la Ejecutiva regional de los socialistas, aunque ha matizado que no lo ve «necesario» para su campaña. «No lo veo una ventaja. Quien quiera conocer mi opinión la tendrá ahí… Me interesa la coordinación, pero no se está más coordinado por estar en la Ejecutiva», ha apostillado.

Sobre los temores reconocidos por algunos socialistas madrileños que prestaron su respaldo a la candidatura de Jiménez acerca de una posible ‘purga’ por parte del secretario general del PSM, Lissavetzky ha afirmado estar «seguro» de que no va a ser así y ha indicado que «ni siquiera es un proceso de integración, sino de normalización» lo que se va a vivir en el partido.

«Espero, confío y deseo que no sea así…», ha añadido, recordando a sus compañeros de filas que «es el momento de la unidad». «Creo que una partido serio tiene que aprovechar a todos los militantes y ponerles en los sitios que merecen», ha dicho.

Por ello, el secretario de Estado no teme injerencias a la hora de elaborar las listas con las que concurrirá a los comicios municipales. «Las listas se hacen de acuerdo con el candidato. Siempre he sido muy plural. Tenemos que tener un buen equipo para el Gobierno», ha señalado, apostillando que se tendrán en cuenta «criterios territoriales y de agrupaciones» y recordando que, antes de elegir a las personas, hay que «poner la partitura», es decir, elaborar el programa.

SER ALCALDE

Con todo ello, Lissavetzky confía en poder llegar a ser alcalde. «Voy a intentar ser alcalde, pero no prometo que pueda serlo», ha confesado, añadiendo a renglón seguido que, en cualquier caso, se quedará toda la legislatura, en contraposición a otros que «están en Madrid para salir».

«¿Por qué no voy a ganar a Alberto Ruiz-Gallardón? Tengo espíritu deportivo… Voy a sudar la camiseta, dejarme la piel. No está escrito en las estrellas. Hay que intentarlo porque merece la pena», ha proclamado, indicando que la decisión de presentarse a estas elecciones viene «de hace un año o dos» y que la tomó «a nivel personal» aunque con conocimiento del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que será también quien decida cuándo se incorporará a la candidatura.

Además, el socialista ha explicado que se ha «reinventado» tras su paso por la Secretaría de Estado para el Deporte, donde ha tenido ocasión de «formarse, adquirir mayor experiencia, mucha internacional». «Ahora tengo experiencia suficiente y contrastada de gestión para optar a algo que a cualquier ciudadano le gustaría: ser alcalde de Madrid. La vida tiene ciclos», ha añadido.

Sin embargo, parte del éxito del PSOE para arrebatar la Alcaldía de la capital a Gallardón pasa por los resultados que obtengan IU y, también, UPyD. A este respecto, Lissavetzky ha indicado que «los programas podrán ser sumables con IU» aunque ha recordado que los socialistas salen «a ganar». «De UPyD no conozco al candidato, aunque tengo deseo y curiosidad por conocerlo», ha explicado.

«La cuestión no es echar a…, o derrotar a…, sino llevar a cabo ideas progresistas que permitan un cambio de rumbo en instituciones como el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid», ha añadido, afirmando que su campaña será «razonadora, juiciosa y serena». «No quiero una enmienda a la totalidad política del PP. Algunas cosas habrán hecho bien. Lo que queremos es mejorar», ha zanjado.

GOBERNAR MADRID

Así, si el 22 de mayo de 2011 Jaime Lissavetzky se convierte en el nuevo regidor de la capital, cambiará el rumbo de la ciudad, ya que «Gallardón no ha sido un buen gestor» por lo que el PSOE deberá intentar «avanzar en la solución, que es muy grave», sobre todo en asuntos como la deuda municipal.

«Una deuda que hipoteca el futuro de Madrid», ha calificado el candidato, cuyo programa electoral pasará fundamentalmente por «una nueva agenda social y una nueva agenda económica». En concreto, apostará por «la innovación, la biomedicina y la salud, por atraer la nueva industria audiovisual o la nueva creación cultural, las nuevas tecnologías y la información… empleos de calidad» y por «hacer micropolíticas en los barrios».

Además, se ha comprometido a exigir a Zapatero «un pacto de Estado para la financiación local» que, a su juicio, es «una de las tareas pendientes» en el país. «Parecemos un muñeco michelín: una cabeza pequeñita, que es la Administración General del Estado; unos michelines engordaditos que son las comunidades, y unas patitas que son los ayuntamientos. Hay que avanzar en un modelo que los tenga más en cuenta», ha opinado.

«Estoy en disposición de colaborar en la solución de esta situación, pero tiene que ser una fórmula global, que no sea aplicable sólo al Ayuntamiento (de Madrid)», ha explicado.

Por otra parte, el socialista se ha comprometido a «congelar» los impuestos de los ciudadanos «en los primeros años», así como a «revisar la fiscalidad tanto del IBI como de la tasa de basuras» para buscar una distribución de la carga más justa.

También ha confesado no estar en contra de la externalización de algunos servicios, ya que «hay que avanzar en la colaboración con el sector privado y los agentes sociales», si bien ha matizado que «hay suficientes trabajadores que pueden realizar servicios desde el propio Ayuntamiento».

Con respecto a sus prioridades para la ciudad, Lissavetzky ha rechazado «poner una tasa para entrar en Madrid» y ha indicado que, aunque la M-30 «está muy bien», hacen falta «aparcamientos disuasorios en los accesos» a la capital. «No se puede considerar la peatonalización como algo negativo», ha añadido, sin entrar en detalles sobre qué zonas podrían transformarse en ese sentido.

LIMITACION DE MANDATOS

Finalmente, preguntado por su opinión acerca de la necesidad de limitar los mandatos máximos al frente de un puesto, Lissavetzky ha opinado que «lo que es bueno es que haya renovación» pero ha tachado de «absurdo» que haya que fijarlo por ley. «Ahora mismo no soy partidario de eso. Al que funciona no le limitaría los mandatos», ha añadido.

Uno de los socialistas que podría entrar en ese supuesto es el alcalde de Getafe, Pedro Castro, que lleva más de 25 años al frente del municipio. Sin embargo, la semana pasada se publicaron informaciones sobre unas presuntas presiones por parte del PSM para que no vuelva a presentarse a las elecciones.

«Es un tema que está solucionado. Estoy convencido de que Pedro será por novena vez alcalde de Getafe. Le llamé y le dije que iba a ser candidato en Getafe», ha concluido Lissavetzky sobre este asunto.

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