Alfredo Pérez Rubalcaba tiene ganada la batalla orgánica de calle si su nominación se produce como resultado de un congreso
Zapatero se enfrenta este 21 de marzo de 2011 a una reunión de la Ejecutiva complicada, tras un fin de semana en el que han proliferado las informaciones de que el 2 de abril anunciará al Comité Federal que no va a ser candidato en 2012.
Según los más próximos, sigue rumiando su decisión en silencio y hasta es posible que ese día tampoco diga nada. Como hizo en la convención autonómica de 29 y 30 de enero, o en el Comité Federal del 5 de marzo. Pero la pelea sucesoria ya está instalada, quiera él o no.
Este 21 de marzo de 2011, uno y otro sector se verán las caras en la Ejecutiva Federal delante de Zapatero y Rubalcaba. Así, junto a Blanco y todo el Comité Electoral, Antonio Hernando, Gaspar Zarrías y Elena Valenciano, se sentarán Jesús Caldera, Juan Fernando López Aguilar, José Andrés Torres Mora, Alvaro Cuesta, Leire Pajín, Eduardo Madina, Maru Menéndez y otros destacados «antirubalcabistas».
Marcelino Iglesias, como secretario de Organización, está en medio de la refriega que se avecina para sustituir a quien lidera el PSOE desde hace once años.
LA PELEA POR LOS DESPOJOS
Según informea Europa Press, partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba como sucesor creen que se están produciendo algunas «maniobras desleales» por parte de los partidarios de la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Una acusación que surge después de que Gabriel Sanz publicara en ABC una denuncia de «juego sucio» por parte de los leales a la ministra hacia los «rubalcabistas».
Aseguran que los partidarios del vicepresidente están usando contra la ministra de Defensa la especie de que España no está todavía preparada para que un catalán o catalana sea presidenta de España.
Los afines al vicepresidente creen, por su parte, que Chacón busca que un Zapatero fuertemente deteriorado en los sondeos concurra a los comicios de 2012, para, después de la derrota frente a Mariano Rajoy, presentarse ella como la renovación del PSOE en el XXXVIII Congreso.
Una cita que sería ya en el verano del año próximo. Y si Zapatero no concurre, añaden otras fuentes consultadas por ABC, forzaría unas primarias a ver si Rubalcaba no se presenta.
LAS BAZAS DE RUBALCABA
A priori, Alfredo Pérez Rubalcaba tiene ganada la batalla orgánica de calle si su nominación se produce como resultado de un congreso que le nombrara también secretario general o bien como decisión de un Comité Federal que sus partidarios quieren ya, en junio.
Exceptuando Castilla-La Mancha, Madrid, y el PSC, el resto del poder orgánico lo controla el vicesecretario general, José Blanco, quien no oculta su buena relación con el «número dos» del Gobierno.
El problema es que todos ellos representan el «aparato» y los apoyos a Chacón son, antes que nada, reacios a que el postzapaterismo lo protagonicen Rubalcaba y Blanco.
No tienen prisa porque creen que, aún con fuerza orgánica menor, el apoyo de buena parte de esas tres federaciones puede permitir a Chacón lograr las 30.000 firmas necesarias -10% de la militancia- para disputar unas primarias y ganarlas. Saben que el «aparato» no tiene todavía claro cómo nominar a Rubalcaba lo más pronto y con el menor ruido posible.
Los barones que le apoyan no quieren un Congreso federal ahora, que les obligaría a convocar «congresillos» para elegir delegados. Pudieran terminar poniéndoles en cuestión el liderazgo si sus resultados el 22-M son malos. Por eso quieren un Comité Federal en junio.