El tribunal toma delclaración a uno de los marineros secuestrados

El tribunal de la Audiencia Nacional que juzgará el secuestro del atunero vasco ‘Alakrana’, que fue capturado el 2 de octubre de 2009 y permaneció retenido frente a las costas de Somalia durante 47 días, tomará declaración este viernes a uno de los 16 marineros españoles que sufrieron el cautiverio, han informado fuentes jurídicas.

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal ha decidido practicar estas declaraciones de forma anticipada al inicio del juicio para permitir a los marineros que puedan faenar en las fechas en las que está previsto el inicio definitivo de la vista oral, a partir del próximo 6 de junio.

El primero en declarar como testigo será Gaizka Iturbe Astuy, engrasador del ‘Alakrana’ y uno de los cuatro secuestrados que han solicitado ejercer la acusación particular en el procedimiento. Entre el 3 y el 4 de febrero lo harán otros nueve tripulantes del pesquero, entre los que se encuentran el patrón, Ricardo Blach; el capitán, Iker Galbarriatu; y el contramaestre, José Antonio García Alvarez. Los seis restantes lo harán entre el 4 y el 5 de abril.

Tras la celebración de esta prueba anticipada, comenzará la vista oral, que está previsto que se desarrolle entre los días 6 y 10 de junio. En el banquillo de los acusados se sentarán los presuntos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias ‘Abdu Willy’, y Raageggesey Hassan Aji, que se enfrentan a sendas penas de 220 años de cárcel.

SIN INFORMES DEL CNI

Además de los 16 marineros españoles que fueron secuestrados –otros 20 tenían otras nacionalidades– comparecerán durante el juicio los militares que participaron en el rescate de la embarcación, que fue llevado a cabo por la fragata ‘Canarias’ en el marco de la Operación Atalanta.

El tribunal, que estará presidido por la magistrada Angela Murillo, rechazó citar como testigos a la ministra de Defensa, Carme Chacón; al ex titular de Asuntos Exteriores Miguel Angel Moratinos y al director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán, tal y como pedía la defensa de los acusados.

También desestimó que se desclasificaran los informes del CNI sobre este asunto, al entender que no son relevantes para enjuiciar los hechos. El abogado de los presuntos piratas, Andreas Chalaris, argumentó durante una vista previa al juicio que sus representados deberían ser indultados porque en estos documentos se recogería un supuesto acuerdo que habría incluido el pago de un rescate.

Además, la Sección Cuarta ratificó su jurisdicción para juzgar a los dos somalíes y rechazó la pretensión de sus defensas de que fueran entregados a Kenia, que fundamentaba en el hecho de que el delito de piratería no estaba contemplado en el Código Penal español en el momento en que se produjeron los hechos.

HASTA 220 AÑOS DE CARCEL

La Fiscalía solicita 220 años de cárcel para los dos acusados por 36 delitos de detención ilegal –6 años por cada uno de los marineros– y robo con violencia y uso de armas, que está tipificado con 4 años más. Sin embargo, no acusa de asociación ilícita, tal y como solicitaron durante la fase de instrucción el jefe de máquinas del ‘Alakrana’, Víctor Bilbao, y los marineros Andoni Gotxi, Gaizka Iturbe y Francisco Veladez.

La consideración de los presuntos piratas como miembros de una banda organizada habría abierto la puerta a la posibilidad de condenarles por delitos de terrorismo y, por tanto, a que los marineros pudieran percibir una indemnización en calidad de víctimas.

En su escrito provisional de acusación, la Fiscalía recuerda que el ‘Alakrana’ fue secuestrado en aguas del Océano Indico «mediante el uso de la fuerza y la intimidación por parte de un grupo muy numeroso de personas procedentes de la costa de Somalia» con la intención de obtener un rescate del armador del barco a cambio de la liberación de los pescadores. Tanto ‘Abdu Willy’ como Raageggesey Hassan Adji formaban parte del grupo de asaltantes y fueron detenidos por efectivos de la Fuerza de Actuación Atalanta cuando abandonaban el atunero en un esquife.

El escrito de defensa, por su parte, destaca que los somalíes no iban armados en el momento en que fueron capturados. De igual modo, propone que se les aplique la eximente de miedo insuperable, al considerar que actuaron coaccionados por un grupo «especialmente peligroso» que «en cierta medida» sustituía al poder estatal y amenazaba con «severos castigos» a los somalíes que no obedecieran sus mandatos.

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