El delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha afirmado que la información facilitada a los medios desde la Alcaldía de Málaga está «manipulada» porque, según ha asegurado, no es cierto que se restringieran las altas en el servicio de teleasistencia, ya que durante ese trimestre se sucedieron hasta 821 en toda España.
En declaraciones a Europa Press, Lorente ha concretado que en el mes de junio de 2010, cuando se solicitó la teleasistencia para esta mujer, la provincia contaba con un total de 246 usuarias y en toda España se activaron 344 altas. En julio fueron 146 y en agosto, 341, según el delegado del Gobierno.
En cuanto a la circular que ha difundido la responsable del Area de Igualdad del ayuntamiento malagueño, Lorente ha explicado que se ha hecho «una interpretación errónea» porque el objetivo de la notificación era advertir de que los dispositivos de teleasistencia serían, a partir de ese momento, sólo para víctimas de violencia machista.
Según ha señalado, hasta entonces la teleasistencia dependía del Imserso, pero al pasar a depender del Ministerio de Igualdad, se puso en marcha «un protocolo orientado al seguimiento de las víctimas» que requería, por un lado, recuperar los terminales que ya no estaban en uso y, por otro, evaluar caso por caso las nuevas solicitudes. De ahí que el documento diga que las altas no serían «efectivas automáticamente», ha apuntado Lorente.
Asimismo, ha explicado que la teleasistencia móvil forma parte del «contexto de seguridad» de la víctima y no sirve como medida de protección sino como medida de «recuperación», que «permite romper con la dependencia emocional» porque «permite un contacto y una continuidad para hacer un seguimiento» de su caso.
El sistema, gestionado por la empresa Eulen y Cruz Roja, consiste en un teléfono móvil conectado a una central de control que incluye un botón de emergencia que la víctima puede pulsar en caso de necesidad. El centro está conectado con la policía y si bien el dispositivo no tiene un GPS incorporado, permite enmarcar la situación de la víctima en un área geográfica concreta.
Estos dispositivos, según ha dicho, «exigen que haya un programa de recuperación» porque «si no hay un programa de recuperación, de asistencia social integral, el teléfono no va a ayudar para nada», ha asegurado Lorente, quien ha citado el asesinato de una mujer el pasado mes de diciembre en Badajoz, que fue tiroteada por su ex marido y que era usuaria del sistema de teleasistencia.
No obstante, reconoce que se han producido «fallos en la coordinación, en la información de la comunicación de la situación de riesgo, en el seguimiento de la situación de riesgo y en la no realización de un programa de recuperación» aunque incide en que «el riesgo cero no existe» cuando el proceso de violencia de género está tan avanzado como en este caso y recuerda que el único causante de la muerte es el hombre que la ha asesinado.
Con todo, para Lorente no se puede creer que en esa última fase de la violencia «haya algo que pueda evitar el homicidio» porque «depende de la voluntad de un hombre que se planifica y se prepara» para ello. Por eso, en su opinión «la clave» está en anticiparse a la construcción de esta violencia y en cuestionar tanto al maltratador como a la sociedad que lo está amparando.
