Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, consideran que las conversaciones con los empresarios para la reforma de la negociación colectiva «están lo suficientemente maduras como para que se pueda alcanzar un pacto en el próximo mes de abril», tal y como pide el Gobierno.
En declaraciones a los medios antes de participar en un debate organizado por la Embajada de Francia en España, Toxo ha señalado que «las reformas que se han hecho recientemente, sobre todo la laboral, son un buen ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas, tanto desde el punto de vista de los contenidos como el de los plazos».
El secretario general de CC.OO. ha reconocido que en esta reforma no quieren que les pase lo mismo que con la laboral, pero a la vez ha advertido de que aunque las negociaciones van a buen ritmo, «no dejan de ser complejas».
En cualquier caso, Toxo ha asegurado que una reforma negociada «siempre será mejor que una impuesta, que puede en caer en conflicto o quedar en papel mojado», en alusión a la posibilidad de que el Gobierno se encargue de legislar acerca de la negociación colectiva si sindicatos y empresarios no logran ponerse de acuerdo.
«No es un problema si es el 15 o el 20, siempre que se parta de un enfoque coherente y de un equilibrio deseable», ha indicado Toxo. «En cualquier caso, que no tengan prisa», ha zanjado el dirigente en referencia al Gobierno.
«EL GOBIERNO NO NOS TIENE QUE DAR LECCIONES SOBRE PLAZOS»
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha señalado que el Gobierno no puede dar lecciones de plazos a los agentes sociales «cuando el Tribunal Constitucional ha tardado tanto en renovarse, violentando todos los plazos».
Méndez, al igual que Toxo, ha confirmado que «el desenlace» de la reforma será en abril, «pero no porque lo diga el Gobierno, sino porque la marcha del proceso así lo indica».
Por otra parte, el secretario general de UGT ha tratado el tema del diálogo social en Europa y ha afirmado que este modelo debe cambiarse para lanzar un mensaje de confianza a los trabajadores europeos.
En opinión del dirigente sindical, «mientras las políticas neoliberales y de ajuste avanzan a la velocidad de una liebre en Europa, el diálogo social lo hace a la velocidad de una tortuga porque está recluído en el ámbito nacional».
Por ello, Méndez aboga por resolver «esa disociación» para que los trabajadores europeos no dejen de confiar en el diálogo social, ya que «ellos serán los saquen a Europa de la crisis».
