Jáuregui acusa al PP de actuar de manera «sectaria» contra el Gobierno en la lucha antiterrorista

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha denunciado este miércoles las «sospechas» que el PP viene sembrando contra el Gobierno en materia de lucha contra el terrorismo, una actuación «sectaria» que, a su juicio, pone de manifiesto el «nerviosismo» que al primer partido de la oposición le produce que «el terrorismo esté acabando».

En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, Jáuregui cree que los ‘populares’ tienen algún tipo de «preocupación» por que el final de la violencia tenga efectos «positivos» y de ahí que estén responsabilizando en las últimas semanas al Gobierno de la fuga del histórico etarra Antonio Troitiño, que estén cuestionando la impugnación de las listas de Bildu o que insinúen conversaciones entre el Gobierno y ETA.

El ministro ha criticado el «sectarismo» del que, en su opinión, hace gala el PP porque en materia antiterrorista «no hay partidismo» ya que, según ha subrayado, el Gobierno ha jugado «con lealtad» en pro de un bien general que «no tiene réditos políticos para nadie».

En este sentido, Jáuregui ha censurado que el partido de Mariano Rajoy no esté jugando «limpiamente» en la lucha contra el terrorismo porque, según ha defendido, la actuación del Gobierno socialista no merece «ninguna sospecha».

Y es que, ha enfatizado, el Ejecutivo lleva actuando en la desarticulación de la banda terrorista en los últimos meses con una eficacia que «jamás ha tenido», por lo que «no hay razón», ha remarcado Jáuregui, para que el PP «siembre la desconfianza» hacia el Gobierno.

LA LEY MOTIVA LA IMPUGNACION DE BILDU, NO EL PP

En respuesta a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien ha asegurado esta mañana que la insistencia de su partido es la que ha llevado a que vayan a ser impugnadas todas las listas de Bildu, Jáuregui ha querido dejar claro que es la Ley lo que motiva la decisión de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía, «no la acción política del PP».

Sobre esta cuestión, el titular del Ministerio de la Presidencia ha defendido que el Gobierno ha hecho «lo que debe hacer» en relación con la coalición que conforman EA, Alternatiba y abertzales independientes y que ahora son los tribunales los que decidirán si Bildu es o no una «tapadera» de la antigua Batasuna.

«Es una impugnación basada en fundamentos jurídicos que acreditan con pruebas que un partido ilegalizado como Batasuna pretende sortear la prohibición de participación política a través de una coalición en la que dos partidos son legales (EA y Alternatiba)», ha subrayado Jáuregui.

Sobre ambas formaciones, el ministro ha dicho compartir con el lehendakari, Patxi López, el criterio de que son expresiones legales del juego político vasco que no merecen «ninguna tacha de ilegalidad». Ahora bien, ha añadido que el problema es que tanto EA como Alternatiba han formado una coalición «con la antigua Batasuna».

Aunque quiere pensar que el fin último de la opción política por la que han optado esos dos partidos persigue facilitar el «aterrizaje» en política de la izquierda abertzale, Jáuregui ha constatado que el problema de fondo es que la violencia sigue porque «ETA no se ha disuelto» y porque ese grupo que siempre le apoyó no ha roto de manera «fehaciente e irreversible» con la banda.

NO PODEMOS SER INGENUOS

«No podemos caer en la ingenuidad de pensar que todo está resuelto, esto es, que ETA ha terminado y que Batasuna ha dado el paso definitivo para el abandono de la violencia –ha dicho en este sentido–. Queremos que así sea, pero no podemos ser ingenuos y necesitamos constatar ese proceso para que no nos engañen más».

Respecto a la fuga del etarra Antonio Troitiño, Jáuregui ha señalado que el Gobierno desconoce su paradero, si bien ha querido dejar claro que trabaja con la idea de que pueda ser encontrado y puesto ante la Justicia de nuevo.

Preguntado sobre quién ha fallado en la decisión de excarcelarlo, el ministro de la Presidencia ha respondido que «no caben atribuir responsabilidades y mucho menos mala fe» a esa acción. «Son cosas que ocurren en el Estado de Derecho y ese fallo ha provocado un efecto indeseado que, si podemos corregir, lo haremos», ha apuntado.

Al ministro también se le ha preguntado sobre si el Gobierno está preocupado por el supuesto ‘chivatazo’ policial a ETA en 2006, conocido como ‘caso Faisán’. Jáuregui ha respondido negativamente y ha recalcado, a renglón seguido, en que esos hechos no perjudicaron «en nada» la lucha antiterrorista.

AL PP LE PREOCUPA «DEMASIADO» RUBALCABA

Dicho esto, ha recordado que la Junta de Portavoces del Congreso ha rechazado este miércoles citar al vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para hablar sobre el ‘caso Faisán’ y sobre las actas de ETA lo que, a su juicio, demuestra la soledad en la que vive el PP con este asunto.

En este punto, Jáuregui ha criticado que no corresponde a un país serio que el primer partido de la oposición haga de la lucha antiterrorista un uso «tan sectario y partidista» y que dirija además toda su ofensiva contra una persona, en este caso Rubalcaba, que «al parecer les preocupa demasiado».

Interrogado sobre si cree que ello se debe a que el PP está preocupado por que Rubalcaba pueda llegar a ser el sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro ha respondido: «Da la impresión de que Rubalcaba, que esté llevando al país a la mayor expectativa en la lucha antiterrorista, les preocupa, aunque no sé si como candidato o como qué».

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