El PP y el PNV han expresado este lunes en el Congreso su apoyo con reservas a la prórroga de la participación española en la misión internacional de Libia y han reclamado al Gobierno una «información más detallada» sobre la operación, ya que, en palabras del diputado vasco José Ramón Beloki, el Congreso está «en penumbra» y el Gobierno no aporta la luz que se precisa. Por esa falta de justificación, la parlamentaria de UPyD, Rosa Díez, ha optado por no dar su voto a esa ampliación indefinida porque, tras haber apoyado las anteriores solicitudes de autorización, no acepta que ahora no se ponga tope.
Durante su intervención en la sesión conjunta de las comisiones de Asuntos Exteriores y de Defensa del Congreso, todos los portavoces de la oposición han coincidido en reclamar más datos sobre la misión y sus objetivos al Ejecutivo. El más crítico ha sido el diputado de IU, Gaspar Llamazares, que directamente se ha negado a participar en la votación al considerar que todo este trámite es un «fraude de ley».
Pero los matices también han afectado esta vez al resto de grupos de la oposición. Así, la portavoz de Defensa del PP, Beatriz Rodríguez Salmones, ha reprochado a la ministra del ramo, Carme Chacón, la «deficiente información» que ha ofrecido su Ministerio, que ha aportado «la verdad que le conviene, pero no la necesaria verdad».
Entre otras cosas, Rodríguez-Salmones ha criticado que, entre otras cosas, el Gobierno no ha aclarado por qué no participa en otro tipo de misiones, tal y como le reclama la Alianza, y se ofrece a «compartir el esfuerzo» con otros países que, aún siendo «mucho más pequeños», han dado un «ejemplo» con su contribución.
DOBLE RASERO CON SIRIA
Su compañero de la Comisión de Exteriores, Gustavo de Arístegui, ha denunciado el «doble rasero» de la comunidad internacional en el mundo árabe, pues se actúa en Libia y se deja hacer en Siria, donde lo que está ocurriendo es «una barbaridad» y ha pedido que se exija al Consejo de Seguridad de la ONU «una simple resolución de condena al régimen sirio».
Arístegui ha pedido «coraje político» al Gobierno y una «coordinación creciente» y que la información «sea más transparente», porque «la calidad de una no implica la falta de calidad de la otra». En todo caso, ha remarcado al Gobierno que al final «en las cuestiones difíciles» su «único aliado» es siempre el principal partido de la oposición.
Igualmente, ha expresado algunas «dudas» sobre el Consejo Nacional Libio de transición porque, aunque este partido ha pedido siempre al Gobierno que lo apoyara, «no son todos trigo limpio». No obstante, ha insistido en la necesidad de que los protagonistas del futuro del país sin Gadafi sean los libios.
EL GOBIERNO NO TRANQUILIZA
Desde el PNV, Beloki ha recordado que desde un principio su grupo ha apoyado la participación española con cautela y ha asegurado que el modo en que se está desarrollando la misión no les dejan «tranquilos». «Más al contrario –ha puntualizado–, el Gobierno con sus explicaciones no nos tranquiliza».
A su juicio, que el Gobierno esté pidiendo ahora una prórroga indefinida es reflejo del «fracaso» de la misión, ya que este prolongamiento parece «inesperado» e «imprevisto». Además, se ha preguntado si no responde a que el objetivo de la operación es ahora «distinto» a cuando comenzó.
De hecho, ha recordado que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en el Congreso que la resolución 1973 de la ONU, que autorizó la misión, «no pretendía ni pretende la expulsión de Gadafi», y ahora «evidentemente» no se está ya «en esa hipótesis». Por ello, se ha preguntado si la misión está «evolucionando dentro o al margen de las resoluciones de Naciones Unidas».
«Estamos en penumbra, a veces en plena oscuridad», ha resumido Beloki, que, no obstante, ha asegurado que el PNV volverá a votar a favor de la prórroga, como ha hecho en anteriores ocasiones.
Por su parte, los nacionalistas catalanes han reiterado su apoyo a la prórroga indefinida de la misión recordando que ya en su día vieron «extraño» que el Gobierno empezara pidiendo sólo un mes de autorización.
Eso sí, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, que no intervino en la comparecencia ya que estuvo ejerciendo su papel de presidente de la Comisión de Exteriores, aconsejó a la comunidad internacional que, además de dar apoyo a los rebeldes, estudie vías de diálogo con el régimen libio. «No se puede ignorar en absoluto la necesidad de diálogo con el entorno de Gadafi porque si no se intenta un auténtico alto el fuego y un auténtico acuartelamiento de las dos partes, en Libia tenemos una guerra civil para muchos años», avisó.
DEMASIADAS NUBES
Más crítica ha sido la diputada de UPyD, que por primera vez ha adelantado la posibilidad de no dar respaldo a la autorización al considerar que falta una «justificación satisfactoria» sobre el cambio de la participación española, que ahora se establece indeterminada.
Díez, que ha criticado que la misión haya evolucionado hacia una operación de «cobertura aérea» a las fuerzas rebeldes para derrotar militarmente a Gadafi, entiende que se está produciendo cierta «hipocresía mundial» y que «hay demasiadas nubes».
