Pere Navarro contradice a Rubalcaba y no cree que la medida de volver a los 120 km/h permita alegrías en el ahorro energético

DGT: ‘No podemos ahorrar por ti’

El Ejecutivo se deja cerca de medio millón de euros en los cambios de pegatinas y en graduar los radares

El director general de Tráfico, Pere Navarro y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, piensan que los conductores españoles se chupan el dedo. Ahora, cuando se cambia nuevamente el límite de velocidad de 110 km/h a los 120 km/h, el titular de la DGT exige respeto a los automovilistas y les ruega que se esfuercen en la medida de lo posible por respetar esa limitación. Además, dejó por los suelos el argumento esgrimido por el ministro, quien había hablado de una rebaja sensible en el precio del petróleo. Para Navarro, sin embargo, la situación de la factura energética continúa siendo un problema. ¿En qué quedamos?

Durante la presentación de la Operación Verano, Navarro afirmó que «la vuelta a los 120 kilómetros por hora no significa que el problema de la factura energética esté resuelto».

Y añadió que:

El país necesita que todos arrimemos el hombro para reducir la factura energética. Por favor, respetemos todos el 120. No puede ser que todos volvamos a correr y a consumir porque seguimos teniendo un problema con la factura energética.

¿HAY O NO UN PROBLEMA ENERGÉTICO?

La disparidad de criterios en el Ejecutivo queda contrastada en cuanto se tira de hemeroteca. Hace sólo unos días, cuando se dio luz verde al retorno de los 120 kilómetros por hora, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba subrayó que desde marzo «las circunstancias han cambiado».

Detalló que se redujo la velocidad porque:

El barril de petróleo estaba a 115 dólares y las previsiones anunciaban que su precio iba en aumento. Lo hizo hasta los 127 dólares. Hoy está a 106 y la previsión es que va a seguir bajando. En estas circunstancias la medida ya no tenía sentido. Por eso hemos vuelto a los 120 km/h.

Lo que no tiene vuelta de hoja es el nuevo desembolso que se tendrá que hacer para tener cambiadas en apenas unas horas todos los paneles verticales de limitación de velocidad. Si la primera modificación supuso un gasto de cuarto de millón de euros, ahora, con la recolocación de los 120 km/h, amén de tener que graduar nuevamente los radares para evitar a los conductores sorpresas desagradables, toca rascarse nuevamente el bolsillo y llegar a los 250.000 euros, céntimo arriba, céntimo abajo

 

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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