Guindos, Gallardón y Fernández alaban lo hecho en Economía, Justicia e Interior
Mariano Rajoy ha decidido acumular un poder inédito en democracia en manos de su vicepresidenta única, Soraya Sáenz de Santamaría.
Ya le había encargado toda la coordinación política, había diseñado con ella el dibujo del Ejecutivo y este 22 de diciembre de 2011 situó bajo su mando el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), desde siempre en el Ministerio de Defensa.
Sáenz de Santamaria, la ministra más joven del Gobierno y la que más poder atesora, se encargará de un organismo estratégico para el Estado y de gestión delicada.
Soraya ya ha colocado en el Gobierno a algunos de sus fieles, en especial a Fátima Báñez en la cartera de Empleo.
Y tendrá mucha mano en los escalones por debajo, porque Rajoy -que no pregunta nada a Cospedal o Mato- le ha pedido consejo y opinión, antes de efectuar algunos nombramientos.
De momento, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes será José Luis Ayllón, su mano derecha hasta ahora en el Congreso. Y habrá otros puestos clave que ella controle.
Aunque Rajoy tendrá su propio equipo, como todos los presidentes. Y lo dirigirá Jorge Moragas, convertido ern jefe de gabinete con rango de secretario de Estado.
El Gobierno de Rajoy ha empezado su andadura con una estrategia muy calculada. Tiene ante sí la pésima situación económica que se augura para 2012.
Y en esas condiciones de máxima dificultad, los ministros tomaron este 22 de diciembre posesión de sus cargos con una especie de consigna unánime: todo son llamadas al diálogo, la unidad, e incluso reconocimientos expresos y no solo protocolarios al Gobierno saliente.
No se quieren levantar alfombras ni mirar atrás. No hay tiempo.