Todos contra el Gobierno: se anuncian múltiples manifestaciones
Una ligereza del ministro del Interior -que luego fue matizada por él mismo- ha dado alas a la izquierda radical, a los grupos antisistema y a los sindicatos, que buscan sacar rédito de la carga policial que se produjo en Valencia este lunes 20 de febrero de 2012. —¿De dónde son los 25 detenidos en las manifestaciones de Valencia?—
Sin abrir siquiera una investigación oficial y sin aportar prueba alguna que sostuviera sus palabras, Jorge Fernández Díaz se apresuró ayer a conformar que en la actuación de los agentes se produjo «algún exceso». Dicho y hecho, los radicales no tardaron en descalificar a los agentes y movilizar a los estudiantes de todo el país contra el Gobierno de Rajoy
La vertiente social de la izquierda que suele apropiarse de reivindicaciones justas se citó ayer nuevamente en Valencia. El Gobierno de Rajoy ha tenido la misma bienvenida que la despedida que tuvo Aznar, con ruido en la calle.
Entretanto, silencio absoluto durante casi los ocho años que separan ambos momentos. La concentración de ayer por las calles de Valencia, cuya mecha la prendió el pasado miércoles una ingenua -que no carente de justificación- concentración de alumnos del instituto Lluís Vives de Valencia, tomó ayer tintes muy diferentes. La edad media de los manifestantes se elevó notablemente, y las consignas que vociferaban también.
Pasadas las 16 horas se juntaban en pleno centro de Valencia las manifestaciones «estudiantiles» que se concentraban en la Facultad de Historia y en el Instituto Lluís Vives. Exaltados gritos de dimisión contra la alcaldesa de Valencia, la delegada del Gobierno, el presidente de la Generalitat, el ministro de Interior y, también, Mariano Rajoy.
Pura Machancoses, madre de un alumno del citado instituto, aseguraba que su hijo le había pedido que no fuera al centro a la hora de la manifestación por miedo a que le ocurriera algo. Desde la comunidad escolar del centro educativo, Teresa Broseta afirmaba que padres, profesores y alumnos se sienten «orgullosos» de las consecuencias que han tenido las acciones de los estudiantes, esta vez sí, el miércoles pasado, para, a continuación, solicitar la dimisión de cuantos más políticos del Partido Popular mejor.
La manifestación de ayer en Valencia circuló bajo los cauces democráticos. Nada que ver con la del martes por la tarde, marcada por las cargas policiales como consecuencia del lanzamiento de piedras contra las fuerzas de seguridad y el corte de calles sin previa instancia para manifestarse.
La gota que colmó el vaso fue el desliz del jefe de la Policía en Valencia, quien calificó como «enemigo» a los manifestantes. Cabe recordar que el jefe de la Policía de la Comunidad Valenciana, Antonio Moreno, fue elevado a su cargo por el hoy secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, en sus tiempos de ministro del Interior .
La progresista asociación Jueces por la Democracia se ha apresurado a valorar y criticar las declaraciones de Moreno explicitando en un comunicado que la protesta estudiantil se convirtió en «la quiebra violenta de la convivencia pacífica».