La reducción de las subvenciones concedidas por el Gobierno a las centrales sindicales en un 20%, anunciada en el Consejo de Ministros del pasado 30 de diciembre, no será la única medida que el Ejecutivo ponga en marcha contra este colectivo.
El Ministerio del Interior, además, tiene planeado disminuir las liberaciones de los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía en torno a un 20%.
Así se lo ha comunicado, de hecho, a los representantes de las distintas asociaciones profesionales con las que los directores de la corporación ya han mantenido tres encuentros. El objetivo de estas citas es abordar una reforma de la denominada ley de liberaciones sindicales para, entre otras cosas, reducir el citado concepto.
En concreto, la iniciativa pretende recortar las horas de liberación que cada sindicato puede conceder a sus delegados por asistir a reuniones, ya sean tanto en el ámbito nacional como regional.
Sólo en este aspecto, las cuatro asociaciones profesionales contabilizaron un total de 1.287 reuniones en 2011, citas que se desarrollaron a lo largo de 3.930 jornadas.
A estos encuentros asistieron 30.146 delegados sindicales de las distintas agrupaciones (muchos de ellos repitieron en varias ocasiones). En total, los representantes sindicales gastaron 93.482 jornadas en acudir a estos encuentros a lo largo de 2011.
Actualmente la ley permite a cada agrupación conceder cuatro días de liberación a sus delegados por cada reunión a la que asistan. El problema, explican fuentes sindicales, es que en ocasiones se ha abusado de este criterio y las organizaciones han liberado a más gente de la cuenta.
Las mismas fuentes aseguran defender esta iniciativa gubernamental, porque -entienden- hoy en día no tienen tanto sentido las reuniones sindicales, ya que las nuevas tecnologías facilitan mucho la comunicación entre los distintos miembros de las agrupaciones y no es necesario verse físicamente.
De ahí que en no pocas ocasiones los sindicatos policiales hayan optado por dedicar las jornadas que les concede la normativa a la asistencia a cursos de formación que las propias asociaciones u otras instituciones imparten.
De hecho, paradójicamente, la mayoría de sindicatos profesionales del Cuerpo apoya esta reducción de liberaciones sindicales.
Además de esta negociación en torno a la ley de liberaciones sindicales, las agrupaciones de funcionarios del Cuerpo y la Administración trabajan también para llegar a un acuerdo en otras dos normativas fundamentales para los miembros de la Policía.
Por un lado, la ley de personal. Los representantes de la Dirección General ya se han reunido en dos ocasiones con los portavoces sindicales.
Por otro, la ley de condecoraciones. A día de hoy se han producido ya cuatro encuentros entre la Dirección General y los sindicatos con objeto de articular un reglamento que plasme, negro sobre blanco, cuáles son los criterios para conceder las medallas al mérito policial en sus distintos grados.
Durante los últimos años no han sido pocas las polémicas generadas por la entrega de condecoraciones a distintos miembros del cuerpo y a personas ajenas a la corporación, como la concesión de galardones a los jueces de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez y Fernando Grande-Marlaska, que en su momento provocó enorme revuelo.
La Dirección General pretende en este sentido acabar con la arbitrariedad en la concesión de medallas y evitar la politización de estas decisiones.
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’