Rajoy y Rubalcaba coquetean con la inconstitucionalidad

PP y PSOE se disputan como niños el juguete medio roto del Tribunal Constitucional

Incumplen el apartado 3 del Artículo 159, incluido en Título IX de la Constitución de 1978

PP y PSOE se disputan como niños el juguete medio roto del Tribunal Constitucional
Rubalcaba y Rajoy en el Congreso de los Diputados. EFE

El problema no es que el PP y el PSOE sean como niños disputándose el juguete medio roto del Tribunal Constitucional. Que Génova y Ferraz practiquen la mezquindad partidista más allá de los límites que debería marcar una civilización que ha alcanzado el siglo XXI.

Que Rajoy y Rubalcaba, tanto montan, sigan jugando al póquer con la institución más paradigmática de la teórica garantía de que todos los españoles podríamos, deberíamos aspirar a ser iguales ante la ley.

¿También quieren convertir el TC en un florero?

Se están tomando de coña al Tribunal Constitucional, y eso se contagia al pueblo. Si a los políticos les parece que ése órgano es de plastilina, y pueden moldearlo a la medida y al capricho de sus intereses de partido, ¿qué mensaje le están trasladando a los españoles? ¿Qué es otra institución florero? ¿Qué su existencia, su composición, su funcionamiento, ni aportan ni restan absolutamente nada a la democracia? ¿Qué está por estar, que existe por existir? Pues, ¡coño!, que lo cierren en uno de esos viernes de recortes, en un sacrificio sin precedentes en la historia de las democracias en ese nuevo altar sagrado de la austeridad.

Ya puestos a ahorrar gastos, para que PSOE y PP se peleen para manejarlo por control remoto, les regalamos a cada uno una televisión de plasma y que se entretengan haciendo zapping.

Pero que dejen de una vez al Tribunal Constitucional en paz. Que tengan huevos para concederle de una vez la independencia, que apliquen la separación de poderes del pobre Montesquieu, y que el poder Legislativo se ocupe de sus cosas (que falta nos hace) y dejen que el Poder Judicial se ocupe de las suyas, que tanta falta les hace a los españoles.

El culebrón del Tribunal Constitucional

Este bochornoso culebrón del Constitucional, no lo mejora ni uno de esos latinoamericanos que enganchan al personal en las sobremesas. Menos mal que no han caído en la cuenta los Mercados, la Merkel, el BCE, el FMI y esas agencias de valoración que se fijan tanto en los números, pero que no disponen del tiempo suficiente para fijarse en los «numeritos», como éste del TC que retrata a un pueblo, a su clase política y a la calidad de su democracia.

Todo el día hablando de darle confianza a Europa y a los mercados, y resulta que no tenemos sólidos y autónomos magistrados en el Tribunal Constitucional, sino marionetas manipuladas por hilos desde la calle Génova y la calle Ferraz. En estas circunstancias, con esta imagen de república bananera, deberíamos darnos con un canto en los dientes, en vez de rasgarnos las vestiduras cuando la prima de riesgo se acerca a la frontera de los 500 puntos.

¡Qué levanten la mano los españoles que estén conformes con un TC de cartón piedra! En un ambiente demoscópico de tanta desconfianza hacia los políticos, los partidos, las patronales, los sindicatos, el sistema en general, a lo mínimo que podríamos aspirar los españoles es a disponer de un Tribunal Constitucional no contaminado, no manipulado, como árbitro imparcial en éste partido interminable de alto riesgo entre las dos Españas.

Sospechosos indicios de inconstitucionalidad

Dejemos para el final lo más grave de éste frívolo atentado contra el organismo de rango superior en la justicia española. Rajoy y Rubalcaba, el PP y PSOE, están incurriendo en un flagrante incumplimiento de la Constitución española.

Su deliberada e interesada actitud de prolongar el relevo de tres magistrados, Eugeni Gay, Javier Delgado y Elisa Pérez Vera, cuyos preceptivos mandatos de nueve años caducaron hace más de un año y medio, ofrecen claros indicios de inconstitucionalidad. ¿Se pueden declarar inconstitucionales actitudes de partidos políticos, de sus respectivos grupos parlamentarios y de sus líderes…? Doctores tiene la Justicia.

Periodista Digital se limita a ofrecerle a sus lectores, literalmente, el contenido del apartado tres, del artículo 159, incluido en el Título IX de la Constitución de 1978:

«Los miembros del Tribunal Constitucional serán designados por un período de nueve años y se renovarán por terceras partes cada tres»

O Rajoy y Rubalcaba, se lo han leído, o no saben leer o les importa un bledo lo que leen. En cualquier caso, mal asunto. Si los que gobiernan se toman la Constitución por el pito del sereno, ¿qué se les puede exigir a los gobernados?

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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