Práctica unanimidad en que el Gobierno popular ha incumplido su programa electoral
Mariano Rajoy nada contra la corriente del malestar ciudadano, con el rumbo que le marca Europa y sin que vislumbre aún si nos lleva a la orilla o si nos deja cada vez más a merced de los depredadores.
Hasta ahora le daba fuerzas y le mantenía a flote conservar el apoyo casi intacto de sus electores, pero según subraya Fernando Garea en ‘El País’, desmenuzando un sondeo de Metroscopia, aparecen ya las primeras grietas en ese respaldo.
El sondeo no incluye estimación de voto, pero permite deducir un importante desgaste del PP, tras conocerse el gran hachazo, que se detecta en casi todas las preguntas.
Así, un 82% de los ciudadanos asegura que los funcionarios tienen razón para protestar y el mismo porcentaje prevé que esas protestas se van a extender hacia otros colectivos.
El problema para Rajoy es que hasta el 64% de los votantes del PP da la razón a los empleados públicos que protestan y el 75% da por hechas las próximas movilizaciones.
El 44% de los encuestados asegura, no obstante, que los funcionarios están siendo tan sacrificados como el resto.
El malestar se ha visto avivado por los aplausos de los diputados del PP a cada uno de los recortes que anunciaba Rajoy y antológicas pifias como expresiones como el «que se jodan» de Andrea Fabra, en un momento de desapego ciudadano hacia los políticos.
Es decir, que los españoles se preparan para el inicio de un conflicto social que, hasta el momento, solo se ha traducido en protestas espontáneas e itinerantes y las grandes manifestaciones del jueves 19 de julio de 2012.
Y en este pronóstico, a grandez trazos, coincide con ‘El País’, el diario ‘El Mundo’, que este domingo se despacha con una encuesta de Sigma Dos y titulando en portada: «El 73% no cree en el ‘plan’ Rajoy y más del 60% pide que se ‘adelgaze’ el Estado».
Como explica Victoria Prego analizando el sondeo de ‘El Mundo’, hay muy pocos ciudadanos que piensen que los esfuerzos de ajuste decididos por el Gobierno nos van a sacar de la crisis. La inmensa mayoría comparte el desánimo ante el futuro.
Se detecta una rara unanimidad en las respuestas. Da lo mismo que se trate de jóvenes o de viejos, de votantes de izquierda o de derecha.
Para empezar, el juicio global que el plan de ajuste del Gobierno merece a los españoles oscila entre el mal y el muy mal.
Sumando estas dos respuestas, el 66% de los ciudadanos suspende la política de Rajoy, siendo mayoritaria la proporción de quienes califican el plan de ajuste con un muy mal.
Los jóvenes son los más críticos y los mayores de 65 años los más templados en su juicio negativo. Sólo hay una salvedad en este panorama sombrío: los votantes del PP son los únicos que otorgan un aprobado a las medidas.
Hay gietas, como señala Fernando Garea, pero Rajoy saca entre los suyos aprobado raspado; sin entusiasmo, pero aprobado al fin y al cabo.
Puede que, para el Gobierno, esa salvedad resulte un consuelo político.
Porque esos datos muestran que, a pesar de las protestas y de las críticas generalizadas, los seguidores del PP comprenden los esfuerzos de sus líderes.
Sumando los calificativos de regular y bien, los votantes populares respaldan en un 65% la gestión de quienes llegaron al poder gracias a su apoyo. Los suyos no les niegan, pues, el saludo aunque tampoco den palmas de alegría.
Los demás sí les niegan el saludo, el pan y la sal.