Al descrédito de España también han contribuido las élites empresariales lideradas por el banquero más famoso e internacional del país, don Emilio Botín
El Catedrático de Economía de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, ha utilizado su último post titulado Soberanismo e inversión extranjera en su blog personal para cargar contra todas las acciones que desprestigian a España y que desacreditan al país. Con sus palabras, el Catedrático pretende rebatir las palabras de Soraya Sáenz de Santamaría en las que culpa los soberanismos catalanes y vascos del descrédito que vive España.
Sala i Martín se pregunta:
«¿En serio doña Soraya? ¿De verdad usted cree que el hecho de que la inversión extranjera se aleja de España no tiene nada que ver con que los extranjeros se han dado cuenta de que España es un país de pandereta?».
El catedrático cita lo que el cree que causa el descrédito de España la huida de la inversión internacional.
«La primera institución del estado, la Corona, es la mofa del mundo, con un rey que se va a cazar costosos elefantes».
También habla del presidente del Tribunal Supremo, que ha sido obligado a dimitir por utilizar dinero público; de los partidos político que violan de forma continua todas sus promesas electorales.
Sala i Martín también carga contra los empresarios españoles:
«Al descrédito de España también han contribuido las élites empresariales lideradas por el banquero más famoso e internacional del país, don Emilio Botín, a quien se le descubrió una fortuna de 2.000 millones de euros escondida en un paraíso fiscal».
El Banco de España ha sido una entidad supervisora que lo único que ha conseguido es «agravar la crisis» con sus reestructuraciones basadas en fusiones de entidades plagados de activos depreciados. El banco supervisor quien hizo los ‘stress test’ y dio el aprobado a Bankia.
Sala i Martín asegura:
«Esto, todo esto, y no los soberanismos catalán y vasco, es lo que hace que España haya perdido toda su credibilidad internacional y haya ahuyentado la inversión extranjera, doña Soraya».
Termina su post el Catedrático de la Universidad de Columbia:
«El sentimiento soberanista, pues, no remitirá hasta que ustedes arreglen su propia casa».